Tras 34 minutos de vuelo, el satélite Sentinel-1D de la Agencia Espacial Europea (ESA) logró alcanzar la órbita terrestre a bordo de un cohete Ariane 6, lanzado desde la base europea en la Guayana Francesa. Con ello, se suma al programa de observación de la Tierra Copernicus, que lidera Europa para monitorear el medio ambiente y el cambio climático.
Una nueva herramienta para observar la Tierra
La ESA confirmó la recepción de la primera señal del satélite, lo que garantiza su correcta inserción orbital y comunicación con la base en Tierra. Sentinel-1D es el cuarto integrante de la misión Sentinel-1, iniciada en 2014 para proporcionar imágenes de radar de alta resolución de la superficie terrestre.
🎉 It’s official—and it’s good news!
— ESA Earth Observation (@ESA_EO) November 4, 2025
The @CopernicusEU Sentinel-1 mission just welcomed a new member: Sentinel-1D. Launched at 22:02 CET from Kourou aboard an Ariane 6 rocket, it sent its first signal back to Earth.
Now @esaoperations takes over for the delicate LEOP (Launch… pic.twitter.com/HiB8G1YFIS
Gracias a su tecnología SAR (Radar de Apertura Sintética), estos satélites pueden captar imágenes en cualquier condición meteorológica, de día o de noche. Sus datos son esenciales para:
- Vigilar la reducción de hielos glaciares.
- Detectar incendios forestales.
- Analizar movimientos del suelo tras terremotos.
- Medir la liberación de metano y otros gases.
“Este lanzamiento es crucial para garantizar la continuidad del servicio de Copernicus, clave para enfrentar los retos globales y mejorar la comprensión de nuestro entorno”, destacó Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA.
Qué aportará Sentinel-1D
El nuevo satélite reemplazará gradualmente a Sentinel-1A, en operación desde hace más de una década, y trabajará en conjunto con Sentinel-1C, orbitando en lados opuestos del planeta para ampliar la cobertura y optimizar la transmisión de datos.
Además de su radar SAR, Sentinel-1D incorpora el sistema AIS (Identificación Automática de Buques), que permitirá detectar embarcaciones en zonas marítimas y recopilar información sobre:
- Identidad y posición de los barcos.
- Dirección de desplazamiento y seguimiento preciso.
Ciencia para enfrentar el cambio climático
Los datos generados por las misiones Sentinel son fundamentales para los servicios Copernicus, dedicados a la gestión ambiental, la respuesta ante desastres y la vigilancia climática.
“Es la culminación de años de trabajo para garantizar que Sentinel-1 siga generando imágenes y datos de radar de alta calidad”, afirmó Ramón Torres, director del proyecto Sentinel-1. “Mientras contemos con sistemas SAR, podremos seguir abordando los grandes retos científicos de nuestro tiempo”.




