Un equipo de la Universidad de Texas en Austin (UT) y la Universidad de Oporto logró un avance que podría transformar los tratamientos contra el cáncer. Los investigadores desarrollaron nanoláminas de óxido de estaño (SnOx) capaces de convertir la luz infrarroja cercana en calor de manera eficiente, económica y segura, ofreciendo una alternativa a terapias agresivas como la quimioterapia o la radioterapia.
“Nuestro objetivo era crear un tratamiento eficaz, seguro y accesible”, explicó Jean Anne Incorvia, profesora del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la UT. “Con la combinación de luz LED y nanoláminas de SnOx, podemos atacar con precisión las células cancerosas sin afectar las sanas”.
Un material prometedor
El hallazgo, publicado en ACS Nano, parte de un proceso de oxidación controlada del sulfuro de estaño (SnS₂), un material similar al grafeno. A través de un método electroquímico, los científicos reemplazaron progresivamente el azufre por oxígeno sin alterar la forma laminar del material.
El resultado fue un conjunto de nanoláminas con una estructura compleja que mejora la absorción de luz y la conversión de energía en calor, ideal para terapias que requieren un aumento localizado de temperatura.
Luz infrarroja: segura y de bajo costo
Para evaluar la eficiencia del nuevo material, el equipo desarrolló un sistema de diodos LED de infrarrojo cercano (NIR-LEDs) que emite luz a 810 nanómetros, una longitud de onda segura para los tejidos biológicos.
- Iluminación homogénea y estable.
- Menor riesgo de sobrecalentamiento.
- Bajo costo: el sistema completo costó cerca de 530 dólares y puede irradiar hasta 24 muestras al mismo tiempo.
A diferencia de los láseres tradicionales, estos LED permiten un control preciso sin necesidad de equipos costosos o potencialmente peligrosos.
Resultados alentadores
La terapia fototérmica busca destruir células cancerosas mediante calor localizado, y las nanoláminas de SnOx mostraron resultados prometedores:
- Eliminación del 92% de las células de cáncer de piel.
- Reducción del 50% de las células de cáncer colorrectal.
Todo esto sin afectar las células sanas de la piel.
“Queremos que esta tecnología esté disponible en todo el mundo, especialmente en lugares con recursos limitados”, destacó Artur Pinto, investigador de la Universidad de Oporto.
Un futuro posible
Los expertos creen que, con más estudios, esta innovación podría permitir tratamientos más simples y accesibles. Pinto incluso vislumbra que, en algunos casos, la terapia podría realizarse en casa:
“En el caso de los cánceres de piel, podría usarse un dispositivo portátil sobre la zona tratada tras la cirugía, para eliminar cualquier célula cancerosa restante y reducir el riesgo de recurrencia”.
Este avance demuestra que la combinación de nanotecnología y luz infrarroja podría abrir el camino hacia terapias más seguras, selectivas y accesibles en la lucha contra el cáncer.




