Una semana después de la inundación que devastó Poza Rica, varias colonias de la ciudad aún lucen como zonas de desastre, con calles llenas de lodo, basura y escombros, mientras las aguas descienden lentamente.
Colonias aún bajo el agua
En Infonavit Gaviotas, donde viven cerca de 4 mil personas y existen más de mil 300 viviendas, el nivel del agua sigue siendo alto. La colonia, construida junto al río Cazones, sufrió graves afectaciones tras el desbordamiento del cauce.
Otras zonas como Morelos, Independencia y Lázaro Cárdenas enfrentan un panorama similar. Sus habitantes intentan recuperar la normalidad mientras se realizan labores de limpieza y desazolve por parte de distintas instituciones gubernamentales.
“Mientras siga el barrio cubierto de fango, se siente como si la vida se hubiera quedado suspendida en el limbo”, comentó un vecino.
Poza Rica, Veracruz | En la colonia Nueva Esperanza, casi 100 casas desaparecieron tras las inundaciones.
— José Díaz (@JJDiazMachuca) October 18, 2025
Camiones, pipas y autos fueron arrastrados por aguas que alcanzaron más de 4 metros.
Lodo espeso, pestilente y familias incomunicadas.
Urge ayuda.@Galicia_Edgar pic.twitter.com/IqaYYf5UWl
Entre el pasado petrolero y la tragedia actual
Poza Rica fue, desde los años 30, uno de los campos petroleros más importantes del país, con un auge económico que la convirtió en municipio en 1951, durante el gobierno de Miguel Alemán.
Hoy, la ciudad enfrenta no solo las consecuencias de la inundación, sino también crisis política y desconfianza ciudadana.
El alcalde Fernando “El Pulpo” Remes reconoció que no se construyó un muro de contención en el río Cazones, pese a estar proyectado, debido al desvío de 14 millones de pesos.
Además, persiste el conflicto político tras el fallo del Tribunal Electoral de Veracruz, que revirtió el resultado de las elecciones municipales de junio, retirando el triunfo al candidato de MC, Emilio Olvera Andrade, para otorgarlo a Janeth Adanely Rodríguez de Morena.
Desesperación y paciencia entre los vecinos
En colonias como Gaviotas, el panorama sigue siendo desolador: el lodo llega hasta las rodillas y las calles se vuelven intransitables. Los vecinos se reparten entre la frustración y la paciencia.
“Los uniformados no se quieren ni bajar de sus camionetas. Limpian otras zonas, pero no ésta, que es la más crítica”, reclamó Ray Dorantes.
“Mucha gente quiere que se resuelva ya, pero lo bueno lleva tiempo”, reflexionó María Teresa Rosas.
Polémica por la alerta tardía
Habitantes niegan las declaraciones de la gobernadora Rocío Nahle, quien aseguró que se activó una alarma a las 3 de la mañana para evacuar la ciudad.
“Eso no es cierto. La alarma de Pemex sonó hasta las 5, cuando el río ya se había salido del cauce”, señaló Héctor Juárez Escudero, vecino de la zona.
Avances lentos en el desagüe
Este jueves, elementos del Ejército y de la Conagua comenzaron a liberar una compuerta para desfogar el agua acumulada, apoyados con maquinaria pesada. Sin embargo, el proceso avanza lentamente.
Al caer la noche, los vecinos exhaustos dejan el lodo atrás, aunque con esperanza.
“Mañana será otro día. Todos los días que vienen son mejores, porque seguimos vivos”, dijo José Bello Aguilera, con una sonrisa cansada entre el fango.