Los niveles de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera alcanzaron su punto más alto desde que existen registros, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este incremento amenaza con intensificar el calentamiento global y provocar fenómenos climáticos más extremos.
Aumento sin precedentes
Entre 2023 y 2024, la concentración media mundial de CO₂ subió 3.5 partes por millón (ppm), el mayor incremento desde que comenzaron las mediciones modernas en 1957. El informe fue publicado previo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará el próximo mes en Brasil.
La OMM atribuyó este aumento principalmente a la quema de combustibles fósiles y al incremento de incendios forestales, especialmente en Sudamérica.
“El calor atrapado por el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero está acelerando nuestro clima y provocando fenómenos meteorológicos más extremos”, señaló Ko Barrett, vicesecretario general de la OMM.
📈 Carbon dioxide (CO₂) levels in the atmosphere soared by a record amount to new highs in 2024, according to WMO’s latest Greenhouse Gas Bulletin.
— World Meteorological Organization (@WMO) October 15, 2025
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Otros gases también rompen récords
Además del CO₂, los niveles de metano y óxido nitroso —otros gases de efecto invernadero clave— también alcanzaron cifras históricas, con incrementos de 16 % y 25 % respectivamente en comparación con los niveles preindustriales.
El dióxido de carbono, en particular, ha aumentado un 52 % desde esa época, y su permanencia prolongada en la atmósfera agrava su impacto.
“Cada molécula de dióxido de carbono emitida tiene un impacto global y una vida muy larga en la atmósfera”, explicó Oksana Tarasova, responsable científica de la OMM.
Los sumideros naturales se debilitan
Aproximadamente la mitad de las emisiones de carbono son absorbidas por los bosques, suelos y océanos, conocidos como sumideros de carbono. Sin embargo, la capacidad de estos sistemas naturales para compensar el exceso de gases está disminuyendo debido al estrés ambiental.
“Dependemos de los sistemas naturales para compensar nuestros impactos, pero están tan estresados que comienzan a reducir su ayuda”, advirtió Tarasova.
En el caso de la Amazonia, las altas temperaturas y la falta de lluvias provocadas por el fenómeno El Niño en 2023 y 2024 redujeron la capacidad de los árboles para realizar la fotosíntesis.
“Si el árbol está estresado, sin agua y con temperaturas elevadas, deja de hacer fotosíntesis”, puntualizó Tarasova.
La OMM subrayó la urgencia de reducir las emisiones globales y proteger los ecosistemas naturales, cuya degradación agrava el impacto del cambio climático.