Los arrecifes coralinos del Caribe mexicano enfrentan una crisis ambiental sin precedentes, al perder su capacidad natural para proteger las costas debido al aumento del nivel del mar y a su acelerada degradación.
Así lo advierte un estudio publicado en la revista Nature, en el que participó Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
A surge in global temperatures has caused widespread bleaching and death of warm-water corals around the world.https://t.co/dutFLDXMsi
— nature (@Nature) October 13, 2025
Riesgo de erosión generalizada para 2040
El análisis, realizado en 400 sitios del Atlántico, estima que más del 70% de los arrecifes podrían estar en estado de erosión para 2040, lo que impediría su función como barreras naturales.
“Hoy día están creciendo alrededor de un centímetro cada 10 años, es decir, cinco veces menos que como lo han hecho históricamente”, alertó Álvarez Filip, quien lidera la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la UNAM.
El estudio, encabezado por el científico británico Chris T. Perry, abordó tres dimensiones:
- Ecología de los arrecifes
- Geología
- Escenarios de cambio climático
Consecuencias graves para costas y turismo
El investigador explicó que al disminuir la tasa de crecimiento de los arrecifes y aumentar el nivel del mar, estas formaciones quedarán cada vez más hundidas, reduciendo su capacidad de amortiguar el oleaje.
Esto tendría consecuencias directas:
- Mayor erosión de playas
- Daños a la infraestructura turística
- Pérdida de recursos pesqueros
“Si los arrecifes se erosionan, la energía del mar llegará con más fuerza a las costas, poniendo en riesgo no solo al turismo, sino a la biodiversidad marina”, enfatizó el especialista.
Un futuro incierto
Si el calentamiento global supera los 2 °C respecto a los niveles preindustriales, para el año 2100 podría haber más de un metro de separación entre el arrecife y la superficie del mar, lo que permitiría que la fuerza del océano impacte directamente las costas.
Álvarez Filip subrayó que restaurar los arrecifes no será suficiente: se requiere combinar estas acciones con una reducción drástica de emisiones contaminantes y una política sólida de conservación.
Finalmente, el estudio advierte que este patrón de deterioro no solo afectará al Caribe mexicano, sino también a las costas de Jamaica, Belice, Bahamas y República Dominicana, donde los ecosistemas coralinos muestran una tendencia similar.