Aryatara Shakya, de dos años, fue nombrada kumari en Katmandú
Una niña de apenas dos años y ocho meses, Aryatara Shakya, fue elegida como la nueva kumari o “diosa virgen” de Nepal, en una ceremonia realizada el martes durante el festival hindú más largo e importante del país, Dashain.
La pequeña fue llevada por su familia desde su hogar en Katmandú hasta un templo-palacio, donde vivirá durante los próximos años como parte de esta tradición centenaria.
Aryatara Shakya, âgée de deux ans et huit mois, a été choisie comme nouvelle Kumari, ou «déesse vierge», au Népal. Elle remplace ainsi la titulaire qui, selon la tradition, devient une simple mortelle à l’âge de la puberté. Les images montrent la fillette défiler dans les rues de… pic.twitter.com/5xhiIVWZdQ
— Claire L. pour une France Éternelle ⚜️ (@FranceEterne) October 1, 2025
La tradición de la kumari
- Las niñas son seleccionadas entre los 2 y 4 años.
- Deben cumplir estrictos requisitos físicos: piel, ojos, cabello y dientes impecables.
- No deben mostrar miedo a la oscuridad.
- Durante los festivales, son transportadas en carros tirados por devotos, vestidas de rojo y con un “tercer ojo” pintado en la frente.
Devoción y fe
Familiares, amigos y creyentes acompañaron a Shakya en una procesión por las calles de Katmandú. Los devotos se inclinaron para tocar sus pies con la frente, máximo gesto de respeto en la tradición hindú, y le ofrecieron flores y dinero.
“Ayer era sólo mi hija, pero hoy es una diosa”, expresó su padre, Ananta Shakya, quien aseguró que durante el embarazo su esposa soñó que la niña sería especial.
La nueva kumari ofrecerá sus primeras bendiciones este jueves, incluso al presidente de Nepal.
La vida de una diosa viviente
Las kumaris llevan una existencia reclusa: cuentan con pocos compañeros de juego y sólo salen en ocasiones especiales. Al llegar a la pubertad pierden su estatus divino y regresan a la vida común.
La ex kumari, Trishna Shakya, ahora de 11 años, dejó el palacio en un palanquín cargado por familiares y devotos. Ella había sido elegida en 2017.
Según el folclore, los hombres que se casan con ex kumaris mueren jóvenes, lo que hace que muchas permanezcan solteras. Además, suelen enfrentar dificultades para adaptarse a la vida normal.
Cambios en la tradición
En los últimos años se han introducido modificaciones para mejorar la vida de estas niñas:
- Pueden recibir educación privada dentro del palacio.
- Se les permite acceso a un televisor.
- El gobierno otorga una pequeña pensión a las kumaris retiradas.
La designación de Aryatara Shakya reafirma una de las tradiciones más antiguas y simbólicas del Himalaya, donde conviven la devoción hindú y budista hacia estas niñas consideradas divinas.