La banda ficticia Velvet Sundown, que cuenta con canciones, letras y portadas creadas totalmente por inteligencia artificial (IA), ha encendido el debate sobre los límites entre lo real y lo sintético en la industria musical, así como la necesidad de que los creadores sean transparentes con su audiencia.
Aunque el uso de software en la producción musical es común desde hace años, el auge de generadores como Suno y Udio está transformando el panorama, pues ahora cualquier persona puede crear una canción a partir de simples instrucciones de texto.
¿A la gente le importa si una canción fue hecha con IA?
Mientras que hay quienes no se preocupan por el origen de la música que escuchan, otros sí desean saber si fue compuesta por humanos o por una máquina. Y aunque no hay un método infalible, sí existen señales que pueden ayudar a identificarla.
Pistas externas: redes sociales y presencia pública
De acuerdo con Manuel Mousallam, jefe de investigación y desarrollo de Deezer, las pistas más evidentes suelen encontrarse fuera de la canción. Recomienda verificar si la banda o artista tiene presencia en redes sociales, conciertos anunciados o grabaciones en vivo disponibles en plataformas como YouTube.
También es útil comprobar si tienen respaldo de alguna disquera reconocida o si sus canciones fueron publicadas en generadores como Suno o Udio, aunque para acceder a estas plataformas se requiere crear una cuenta.
Etiquetas en plataformas de streaming
Algunas plataformas están tomando medidas. Deezer, por ejemplo, ha comenzado a etiquetar álbumes que contienen pistas generadas por IA. Estas canciones aparecen marcadas con una leyenda visible: “contenido generado por IA”. Según la empresa, hasta el 18% de las canciones subidas cada día podrían haber sido creadas por inteligencia artificial.
El sistema de detección de Deezer se basa en patrones sonoros característicos de los generadores de IA, aunque la compañía no ha revelado la cantidad exacta de pistas marcadas desde que se implementó esta función en junio.
Detectores en línea: útiles, pero con limitaciones
Existen herramientas externas como la del sitio francés IRCAM Amplify, que permiten subir archivos de audio para analizarlos y estimar si fueron creados por IA. Las pruebas han arrojado niveles de precisión altos, aunque la herramienta no permite analizar canciones directamente desde servicios de streaming.
"‘Nature’s Manifesto’ has been designed with assistance from AI and French music institute IRCAM, and features sounds from both Björk and Aleph which mimic the calls of extinct animals."https://t.co/oLy8OKD8Qz
— IRCAM (@Ircam) November 19, 2024
Otros sitios sí aceptan enlaces de Spotify, pero han mostrado inconsistencias: a veces marcan canciones humanas como generadas por IA y viceversa.
Letras sospechosas: rimas simples y palabras repetidas
La calidad de las letras también puede ser una pista. Los usuarios frecuentes de generadores como Suno han notado patrones repetitivos en el lenguaje. Por ejemplo, palabras como “neón”, “sombras” o “susurros” aparecen con frecuencia.
“El sistema parece obsesionado con el neón”, comentó Lukas Rams, creador de la banda generada por IA Sleeping with Wolves. Aunque usa Suno, prefiere escribir sus propias letras para evitar estos clichés.
¿Se puede confiar en el oído?
Cada vez menos. “Puede ser difícil saber si una pista es generada por IA solo con escucharla”, advirtió Mousallam. A medida que la tecnología mejora, características que antes delataban una canción generada —como voces con reverb extraño— ya no son fiables. Además, los modelos generativos evolucionan constantemente, lo que hace más difícil detectarlos.