El mundo quiere más pescado… pero los océanos no dan abasto. Mientras el consumo baja en países como España, donde las pescaderías incluso exploran vender pescado para mascotas, otros mercados como China o África enfrentan una demanda creciente que supera la capacidad de sus caladeros. Y ante ese panorama, las proteínas cultivadas en laboratorio emergen como una alternativa sostenible y sorprendente.
En Estados Unidos, la startup Wildtype acaba de lograr un hito: el primer salmón cultivado que ya se sirve en restaurantes, con el aval de las autoridades sanitarias y el respaldo de figuras como Jeff Bezos, Leonardo DiCaprio y Robert Downey Jr.
Now that Wildtype salmon is available for purchase, we’re kicking off a Q&A series! 🎣 Got questions? Tag us.
— Wildtype (@wildtypefoods) June 18, 2025
First up: how do we make our cultivated salmon—and how does it taste? Science Insider has the scoop. Link in bio.#WildtypeSalmon #SustainableFood #SalmonLovers pic.twitter.com/CPWZldnqyr
¿Salmón sin salmón?
El producto estrella de Wildtype se llama “saku”, un bloque de salmón creado en laboratorio que busca imitar la textura, sabor y valor nutricional del sashimi tradicional. Para lograrlo:
- Se extraen células reales del salmón coho en etapa alevín
- Se cultivan en biorreactores, con una mezcla patentada de nutrientes
- Se combinan con ingredientes vegetales para recrear su textura
En apenas dos semanas, la empresa puede crear una porción de 220 gramos, frente a los dos años que tarda un salmón natural en alcanzar su tamaño comercial.
“Tiene un perfil nutricional y de omega-3 similar al salmón salvaje”, asegura la compañía.
Aprobado por la FDA
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EU aprobó en mayo la comercialización del salmón de Wildtype, lo que abrió las puertas para su debut en Kann, un restaurante haitiano en Portland. Se espera que próximamente llegue a más restaurantes y comercios, incluso como producto envasado.
¿Por qué apostar por el pescado cultivado?
Este tipo de innovación promete grandes ventajas frente al pescado convencional:
- Evita la sobrepesca y la presión sobre caladeros naturales
- No requiere antibióticos ni pesticidas
- Reduce la exposición a microplásticos, contaminantes y parásitos
- Se produce en entornos controlados, lo que mejora la seguridad alimentaria
“Es como el café sin café”, dicen sus impulsores: un producto muy similar, pero sin agotar los recursos del planeta.
Según la FAO, para satisfacer la demanda global hasta 2050, la producción acuícola mundial deberá aumentar un 22%. Ante ese desafío, el pescado cultivado se perfila como una solución complementaria.
¿Y el futuro de los pescadores?
El crecimiento de esta tecnología ha despertado preguntas sobre su impacto en el sector pesquero. Pero desde Wildtype, su cofundador Justin Kolceck afirma que no buscan desplazar a nadie:
“No se trata de eliminar la pesca o la acuicultura. La demanda global es tan alta que necesitaremos toda la producción disponible, más la ayuda del mundo vegetal y la tecnología”.
Por ahora, otras opciones como el salmón vegetal a base de aceite y proteínas de plantas ya se venden en supermercados europeos. Sin embargo, la textura aún dista mucho del original, lo que da al “saku” una gran ventaja competitiva.