Investigadores chinos hallaron que los modelos de inteligencia artificial (IA) de lenguaje extenso, como ChatGPT, procesan información de manera similar al cerebro humano, lo que cuestiona la idea de que estas tecnologías solo imitan patrones.
Representaciones conceptuales espontáneas
El estudio fue realizado por la Academia China de Ciencias y la Universidad Tecnológica del Sur de China. Los científicos encontraron que los modelos desarrollados por OpenAI (ChatGPT-3.5) y Google (Gemini Pro Vision) organizan espontáneamente conceptos sin haber sido entrenados específicamente para ello.
“Los LLM y los LLM multimodales desarrollan representaciones conceptuales de objetos similares a las humanas”, señalaron.
New paper! “In-Context Learning of Representations”
— Core Francisco Park @ ICLR (@corefpark) January 5, 2025
What happens to an LLM’s internal representations in the large context limit?
We find that LLMs form “in-context representations” to match the structure of the task given in context!
1/n pic.twitter.com/NCVLhJOL90
Este hallazgo surgió tras aplicar una prueba llamada “el extraño”, en la que los modelos debían clasificar objetos en 66 dimensiones conceptuales.
“Las dimensiones subyacentes resultaron ser interpretables”, explicaron, “lo que proporciona pruebas convincentes de que la representación de objetos en los LLM comparte aspectos clave del conocimiento conceptual humano”.
El estudio, titulado “Human-like object concept representations emerge naturally in multimodal large language models”, fue publicado en la revista Nature Machine Intelligence.
IA biológica: la próxima frontera
Paralelamente, otras iniciativas buscan desarrollar sistemas de inteligencia artificial aún más cercanos al pensamiento humano. Tal es el caso de la empresa australiana Cortical Labs, que presentó el primer computador biológico comercial del mundo.
BTS at @CorticalLabs #MWC25 pic.twitter.com/m6iItkXBG7
— Hon (@dr1337) March 1, 2025
Este dispositivo, descrito como “un cuerpo en una caja”, utiliza neuronas humanas vivas cultivadas en laboratorio sobre un chip de silicio, capaces de enviar y recibir señales eléctricas.
Una de sus primeras versiones logró enseñar a 800 mil neuronas humanas y de ratón a jugar el videojuego Pong, demostrando capacidad de aprendizaje adaptativo.
“La neurona es autoprogramable, infinitamente flexible y el resultado de cuatro mil millones de años de evolución”, afirma la empresa en su sitio web.
Los investigadores esperan que estos avances impulsen el desarrollo de sistemas cognitivos artificiales más eficaces, empáticos y capaces de colaborar con seres humanos de forma natural.