Toyota continúa siendo el mayor fabricante de automóviles del mundo, con casi 11 millones de unidades vendidas en 2023. Sin embargo, sus resultados en 2024 presentan dos lecturas contrastantes.
Híbridos al frente, eléctricos a la zaga
Por un lado, la estrategia de seguir apostando por los vehículos híbridos —en lugar de volcarse por completo al coche eléctrico— le ha permitido a la firma japonesa conservar su liderazgo mundial. Toyota cree que aún puede entrar a tiempo al mercado eléctrico o, si llega tarde, hacerlo mejor que sus competidores.
No obstante, la compañía reportó una caída global del 3.7% en sus ventas, con un retroceso especialmente significativo en China, donde sus ventas bajaron un 6.9%. Este es el tercer año consecutivo con descensos en ese país, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo.
Presencia limitada en el mercado eléctrico chino
Hasta ahora, la presencia de Toyota en el segmento eléctrico chino ha sido limitada, con apenas un modelo relevante —el bZ3— en el mercado. En 2025, sumará los nuevos bZ3X (SUV asequible) y bZ7, en colaboración con el fabricante local GAC. Sin embargo, estos tres modelos resultan insuficientes frente a gigantes como BYD o Geely.
Alianzas con Xiaomi, Huawei y Momenta
Ante este panorama, Toyota ha optado por aliarse con empresas chinas líderes en tecnología:
- Xiaomi, con su sistema HyperOS, permite una integración profunda entre vehículo y móvil, más avanzada que Apple CarPlay o Android Auto.
- Huawei, con HarmonyOS, ofrece una experiencia digital completa, incluyendo el uso de sus propios chips.
- Momenta, especializada en conducción autónoma, refuerza la apuesta de Toyota por este campo estratégico.
La colaboración con estas firmas permitirá que modelos como el bZ7 integren tecnologías de inteligencia artificial, reconocimiento de voz y perfiles personalizados, adaptándose al gusto del consumidor chino.
Mirando al futuro
Aunque Toyota ha comenzado a invertir en un sistema operativo propio, reconoce que la competitividad del mercado chino exige adaptarse rápidamente. Su meta es ambiciosa: fabricar 3.5 millones de coches eléctricos en 2030. Por ahora, la fórmula elegida es apoyarse en el ecosistema digital de sus nuevos aliados.