El velero Madleen, con 12 activistas propalestinos a bordo —entre ellos Greta Thunberg— fue interceptado el lunes por la marina israelí cuando intentaba llegar a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria. La embarcación fue escoltada al puerto de Asdod.
Al llegar al aeropuerto Charles de Gaulle en París tras su expulsión por las autoridades israelíes, Thunberg denunció:
“Fuimos secuestrados en aguas internacionales y llevados contra nuestra voluntad a Israel. No violamos ninguna ley. No hicimos nada malo”.
Greta Thunberg accuses Israel of an 'illegal act' after being deported to Paris for trying to break Israel's sea blockade of Gaza on a British yacht.https://t.co/xHL8Bp8iiv pic.twitter.com/yYgED2kemh
— Sky News (@SkyNews) June 10, 2025
Los activistas a bordo eran de Francia, Alemania, Brasil, Turquía, Suecia, España y Países Bajos. Cuatro de los seis franceses, incluida la eurodiputada Rima Hassan, rechazaron firmar su expulsión y esperan pasar a disposición judicial, según la cancillería israelí.
Thunberg expresó su preocupación por ellos y pidió su “liberación inmediata”, además de la llegada “de ayuda humanitaria a Gaza, un alto el fuego y, sobre todo, el fin de la ocupación” israelí.
La embarcación pertenece a la Coalición de la Flotilla de la Libertad, un movimiento internacional no violento creado en 2010 que combina ayuda humanitaria con protestas políticas contra el bloqueo de Gaza.
Greta aseguró:
“No nos detendremos. Seguiremos haciendo todo lo que podamos, porque es la promesa que hicimos a los palestinos”.
Se informó que Thunberg debe tomar otro vuelo rumbo a Suecia esa misma noche.
Reacciones y contexto internacional
El gobierno israelí acusó a los activistas de intentar “escenificar una provocación mediática con la única intención de hacer publicidad”.
Israel enfrenta presión internacional para poner fin a la guerra en Gaza, donde la población es bombardeada a diario y está al borde de la hambruna debido a las restricciones, según la ONU.