Tras más de dos años de proceso legal, la badmintonista Haramara Gaitán fue absuelta del cargo de difamación. Ahora espera que su caso inspire a más atletas a alzar la voz ante situaciones similares.
“Es muy duro denunciar, da miedo, pero mientras más avanzan los peritajes y las pruebas, sientes más fuerza para enfrentar lo que venga. Los victimarios esperan que el miedo nos venza”, compartió en entrevista.
El origen del caso
- El 29 de agosto de 2022, Gaitán denunció acoso sexual y psicológico por parte de sus exentrenadores.
- En 2024 fue contrademandada por difamación por Marco Antonio Garrido Esquivel, presidente de la Asociación Regiomontana de Bádminton (ABR).
- El 6 de mayo de 2025, la Fiscalía de Nuevo León solicitó el sobreseimiento del caso, al no encontrar elementos suficientes para fundar una acusación.
Consecuencias del proceso
Durante ese tiempo, la atleta vivió una situación emocional y física desgastante. Sufrió insomnio, ansiedad, angustia y un miedo constante que la acompañaba todos los días.
“Lo peor fue sentirme perseguida. Es algo muy doloroso e indescriptible. Ahora que ya no estoy vinculada a proceso, desapareció el miedo de ir a la cárcel. Puedo dormir muchas horas y descansar”.
Un mensaje para otras atletas
Desde que hizo pública su historia, muchas jóvenes se han acercado a ella. Gaitán enfatiza lo importante que es confiar en una misma:
“Si algo las incomoda, si su cuerpo se pone tenso, su respiración cambia o no pueden ser ustedes mismas, aléjense. Esos son signos de alerta”.
También destaca la importancia de rodearse de apoyo profesional y emocional:
- Asesoría legal
- Apoyo psicológico
- Redes de apoyo como la fundación de Tamara Vega
El deporte como fuerza interior
“Como atleta aprendes a ir muchas veces a contracorriente. Con esa misma intensidad enfrenté esta pesadilla. Fue gratificante saber que podía defenderme. Descubrí que, además de ser una atleta, también soy una mujer empoderada”.
El proceso aún no termina
Aunque ya no enfrenta cargos, Gaitán sigue comprometida con la búsqueda de justicia:
“Estoy más tranquila que hace unos meses, pero esto no ha terminado. Aún falta que aquellos que me agredieron sufran las consecuencias de sus actos”.