El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (CAMEINTRAM), José Manuel Urreta Ortega, señaló que el incidente del Buque Escuela Cuauhtémoc, que colisionó recientemente con el puente de Brooklyn en Nueva York, podría atribuirse principalmente a factores meteorológicos y de la naturaleza, más que a errores humanos.
A merced del viento y la corriente
Urreta explicó que el buque no contaba con la propulsión suficiente al momento del zarpe y quedó expuesto a fuertes corrientes y ráfagas de viento, lo que habría contribuido al impacto con la infraestructura neoyorquina. Agregó que otro elemento determinante fue la actuación del remolcador, encargado de asistir en la maniobra, que aparentemente dejó a la embarcación a la deriva.
“Condiciones como corrientes fuertes, mareas cambiantes o ráfagas de viento pueden afectar la precisión de una maniobra de atraque o zarpe, especialmente en espacios reducidos como canales o puentes”, señaló el dirigente.
(2) #BuqueCuaúhtemoc La imagen refleja la trayectoria que debió seguir el buque (trazo verde) sin embargo, no tuvo disponible la propulsión y quedó a merced del viento y fuerte corriente impactando en el puente. Además, el remolcador, auxiliar en la maniobra, lo dejó a la deriva. pic.twitter.com/aB7ToDNrRW
— CAMEINTRAM (@CAMEINTRAM) May 18, 2025
Riesgos inherentes a la navegación
Desde CAMEINTRAM se destacó que este tipo de situaciones no necesariamente reflejan fallas humanas o técnicas, sino que forman parte de los riesgos inherentes a la navegación marítima, contemplados en los entrenamientos y sistemas de seguridad de toda embarcación.
“El mar es un entorno dinámico, y aunque se sigan todas las reglas establecidas, hay variables como la meteorología o las condiciones del agua que pueden alterar una operación perfectamente planificada”, explicó Urreta Ortega.
El organismo recordó que todas las operaciones de navegación y atraque —ya sea de buques escuela, comerciales o de carga— se rigen por normas internacionales y protocolos estrictos, diseñados para garantizar la seguridad del buque, su tripulación y el entorno marítimo.
Supervisión y normativa vigente
Urreta subrayó que la Secretaría de Marina y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante son las encargadas de verificar que se cumplan estas normativas en México, tanto para embarcaciones nacionales como extranjeras.
Durante maniobras portuarias, añadió, incluso con procedimientos rigurosos y apoyo técnico especializado, una corriente repentina o un viento inesperado puede alterar la trayectoria del buque, lo cual demuestra la complejidad de las operaciones marítimas.
“Todas las embarcaciones, tanto comerciales como de instrucción, operan bajo un marco normativo muy claro. Estas normas están vigentes y se aplican rigurosamente en el transporte marítimo”, afirmó.
Investigación en curso
Finalmente, el dirigente recordó que autoridades federales de Estados Unidos ya iniciaron una investigación oficial sobre el percance ocurrido con el Buque Escuela Cuauhtémoc, como parte de los procedimientos internacionales en este tipo de incidentes.
⚓ Leer sobre el choque del Buque Cuauhtémoc en Nueva York