El telescopio espacial James Webb ha confirmado la presencia de hielo de agua cristalina en un disco de escombros que orbita una estrella similar al Sol, ubicada a 155 años luz de la Tierra. Se trata de un hallazgo significativo, ya que este tipo de hielo es un elemento clave en los procesos de formación planetaria.
Una confirmación esperada durante décadas
El término hielo de agua hace referencia a su composición específica, diferenciándose de otras formas de hielo presentes en el espacio, como el de dióxido de carbono (hielo seco). En 2008, el extinto telescopio Spitzer ya había insinuado la existencia de agua congelada en este sistema, pero no fue hasta ahora que el Webb logró confirmarlo.
“Webb detectó inequívocamente no solo hielo de agua, sino hielo de agua cristalina, que también se encuentra en lugares como los anillos de Saturno y los cuerpos helados del Cinturón de Kuiper de nuestro sistema solar”,
— Chen Xie, autora principal del estudio e investigadora adjunta de la Universidad Johns Hopkins.
Ice ice baby!
— NASA Webb Telescope (@NASAWebb) May 15, 2025
Webb found crystalline water ice in a debris disk around a young, Sun-like star. Scientists expected to see it in other star systems, because of its presence in our own – but haven't had sensitive enough instruments to give definitive proof until now.… pic.twitter.com/BPkmgNqv5G
Los resultados fueron publicados este miércoles en la revista Nature. Según los expertos, el hielo de agua detectado se encuentra adherido a diminutas partículas de polvo, parecidas a “bolas de nieve sucias”.
Un descubrimiento de largo aliento
Astrónomos llevaban décadas esperando esta confirmación. Christine Chen, coautora del estudio, recordó que su tutor ya hablaba de esta posibilidad hace 25 años, pero no existía la tecnología adecuada para comprobarlo.
“Lo más sorprendente es que estos datos se parecen a otras observaciones recientes del telescopio de objetos del Cinturón de Kuiper en nuestro propio sistema solar”,
— Christine Chen, astrónoma asociada del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial.
El hallazgo permitirá a los científicos comprender mejor cómo se forman los planetas y cómo el agua puede llegar a ellos, posiblemente transportada por cometas y asteroides.
El sistema HD 181327: joven y activo
La estrella observada, HD 181327, tiene aproximadamente 23 millones de años, mucho menos que los 4,600 millones de años del Sol. Es ligeramente más masiva y caliente que nuestra estrella, lo que ha dado lugar a un sistema algo mayor.
Las observaciones del Webb muestran una gran brecha libre de polvo entre la estrella y su disco de escombros, una región exterior parecida al Cinturón de Kuiper. Esta zona está poblada por planetas enanos, fragmentos de roca y hielo, y presenta colisiones constantes entre cuerpos helados, que liberan partículas de hielo detectables por el telescopio.
“HD 181327 es un sistema muy activo”,
— señaló Chen.
Distribución del hielo: más lejos, más abundante
El hielo de agua no está distribuido uniformemente en el sistema:
- En la zona exterior del disco, se estima que más del 20 % del material es hielo de agua.
- Hacia el centro, la proporción disminuye a aproximadamente 8 %.
- En las zonas más cercanas a la estrella, no se detecta casi nada, probablemente debido a la acción de la radiación ultravioleta que lo vaporiza.
También es posible que algunos cuerpos rocosos, conocidos como planetesimales, alberguen hielo en su interior, aunque eso no puede ser detectado con los instrumentos actuales del Webb.
Un impulso para el estudio de la formación planetaria
Los científicos utilizaron el espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) del Webb, que es altamente sensible a partículas extremadamente tenues. Con este hallazgo, se abre la puerta al estudio detallado del papel del hielo de agua en la evolución de sistemas planetarios.
“La presencia de hielo de agua facilita la formación de planetas. Los materiales helados también podrían llegar a los planetas terrestres, que podrían formarse a lo largo de doscientos millones de años en sistemas como este”,
— concluyó Xie.