El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó al empresario y youtuber estadounidense MrBeast la grabación de un video en zonas arqueológicas protegidas como Calakmul, Balankanché y Chichén Itzá. El contenido, de casi 16 minutos y publicado en YouTube bajo el título Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo, muestra al influencer accediendo a áreas restringidas al público, lo cual ha desatado una fuerte polémica.
#Comunicado | La visita del youtuber Mr. Beast a sitios patrimoniales se realizó en apego a la normatividad del INAH
— INAH (@INAHmx) May 13, 2025
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📷 Mauricio Marat, INAH pic.twitter.com/aOiFvymT5U
La indignación proviene del acceso privilegiado que se le otorgó al creador de contenido, quien aparece explorando recintos que ni siquiera investigadores, aún cumpliendo los trámites establecidos, pueden visitar con facilidad. Su actitud en el video, donde se jacta de poder entrar a sitios prohibidos y realiza afirmaciones como:
“no puedo creer que el gobierno nos deje hacer esto”
ha sido percibida como una falta de respeto tanto al patrimonio como a los especialistas que dedican su vida al estudio y conservación de estos espacios.
El permiso, según explicó la arqueóloga Adriana Velázquez Morlet, fue concedido a solicitud del gobierno de Campeche y la Secretaría de Turismo federal con el argumento de promover Calakmul entre el público joven. Sin embargo, el material dista mucho de tener un carácter educativo o científico. Se trata más bien de un espectáculo superficial que recurre al sensacionalismo y a la simulación, como fue el caso del supuesto descenso de un helicóptero en una pirámide —un montaje digital— y la presentación de una “máscara funeraria” que resultó ser de plástico.
“Este no es un video científico. Es de divulgación. No tiene mucha información”,
declaró Velázquez Morlet, quien también afirmó que el video buscaba atraer a audiencias que no consumen contenidos académicos.
Las autoridades del INAH han insistido en que no hubo daño alguno al patrimonio y que la grabación fue supervisada. No obstante, muchas voces del ámbito académico y social cuestionan que mientras investigadores enfrentan trabas burocráticas para acceder a zonas restringidas, se prioricen las visitas de influencers por motivos comerciales o turísticos.
En redes sociales se multiplicaron las críticas. La usuaria Buza Caperuza señaló:
“Mientras arqueólogos e investigadores del patrimonio deben sortear la burocracia para ingresar a zonas patrimoniales restringidas, MrBeast pudo hacerlo en una nueva muestra de cómo el dinero puede más que la ley y la ética.”
Por su parte, Luis Martín cuestionó:
“¿Por qué el INAH se vale de influencers para promover la pirámide de Calakmul? O sea: pesa más lo frívolo para una campaña de turismo, que el orden intelectual, analítico y académico.”
También se expresó el usuario de X, Agent: PIUduck, quien exigió:
“¿Cómo el INAH dio el permiso?, ¿qué personal de ellos estuvo en campo? y ¿por qué se aprobó un video de YouTube y no las investigaciones que tienen en cola al menos desde hace dos años?”
Agregó que incluso solicitudes de universidades para utilizar drones han sido rechazadas recientemente, mientras que en este caso se autorizó sin mayor inconveniente.
Esta decisión ha dejado en evidencia una preocupante tendencia a mercantilizar el patrimonio bajo el pretexto de la “divulgación”, sacrificando el rigor, la ética y el respeto que estos espacios históricos merecen.