José ‘Pepe’ Mujica, expresidente de Uruguay y figura emblemática de la izquierda en América Latina, falleció este martes a los 89 años, según confirmó el actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi.
Exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Mujica marcó la política regional con su estilo austero, su discurso anticonsumista y su forma directa de hablar. Gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, periodo durante el cual impulsó políticas progresistas y se ganó el respeto internacional por su coherencia personal y política. Vivía en una modesta chacra en la periferia de Montevideo, la cual nunca abandonó, ni siquiera durante su presidencia.
El anuncio oficial de su fallecimiento fue acompañado por un emotivo mensaje de Orsi en la red social X:
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido”.
Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
Mujica había revelado en enero de este año que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en mayo de 2024 se había extendido, lo que le impedía continuar con los tratamientos. Su médica personal, Raquel Pannone, informó en ese momento que la enfermedad había hecho metástasis en el hígado. Ante esta situación, el exmandatario expresó con serenidad:
"Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso", dijo al semanario Búsqueda.
Gracias pic.twitter.com/NfbERs2ETJ
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
A pesar de su estado de salud, Mujica fue un actor clave en la campaña presidencial que llevó al Frente Amplio de vuelta al poder en las elecciones de noviembre de 2024. Tras la victoria de Orsi, expresó:
“Tiene algo de grato sabor, un poco como premio de despedida”, en entrevista con la AFP.
Un legado fuera de los moldes
Mujica se ganó reconocimiento mundial por su estilo poco convencional y su postura crítica frente al modelo económico global. En 2012, su discurso en la cumbre de la ONU sobre desarrollo sostenible Rio+20 fue aplaudido en todo el mundo por su crítica al consumismo. Un año después, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, advirtió que la humanidad había reemplazado a los dioses inmateriales por el “dios mercado”.
Durante su presidencia, impulsó políticas innovadoras como la legalización del mercado de marihuana, en el que el Estado asumió el control desde la producción hasta la venta del cannabis. También aceptó recibir a presos de Guantánamo como parte de un acuerdo con el entonces presidente de EU, Barack Obama.
Su historia de vida, marcada por la lucha armada, la cárcel, la política y la filosofía de vida sencilla, inspiró incluso al director de cine Emir Kusturica, quien realizó un documental sobre él en 2018.
De guerrillero a presidente
Mujica fue uno de los principales líderes del MLN-Tupamaros, guerrilla urbana que estuvo activa entre los años 60 y 70. Fue arrestado en varias ocasiones y pasó 13 años preso en condiciones extremas, sometido a tortura y aislamiento durante la dictadura militar.
Tras su liberación en 1985, se reincorporó a la vida política. En 1989 fundó el Movimiento de Participación Popular (MPP), sector que lideró dentro del Frente Amplio, convirtiéndolo en uno de los espacios más influyentes del país. Fue diputado, senador y ministro de Ganadería y Agricultura antes de asumir la presidencia en 2010.
Renunció a su banca en el Senado en 2020 debido a la pandemia, pero nunca se alejó de la militancia ni del trabajo en su chacra, donde seguía cultivando flores y reflexionando sobre la vida, rodeado de libros, recuerdos y su inseparable compañera de vida, Lucía Topolansky.
“Haber encontrado a Lucía a la larga fue el mayor acierto”, dijo Mujica meses antes de su muerte. Sin ella, aseguró, “hubiera sido muy difícil sobrevivir”.