El Tratado de Aguas firmado en 1944 entre México y Estados Unidos establece cómo deben repartirse las aguas de los ríos Colorado y Bravo, que cruzan la frontera entre ambos países. Este acuerdo ha sido clave durante casi ocho décadas para regular el acceso al agua en una zona históricamente vulnerable a la escasez.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Río Colorado nace en territorio estadounidense, mientras que una parte importante del Río Bravo lo hace en México. Las negociaciones para un acuerdo comenzaron en 1936, pero no prosperaron inicialmente debido a la negativa del estado de California a comprometer una cuota de agua para México.

Fue hasta 1944 que ambos países firmaron el Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, tras preocupaciones en Texas sobre una posible reducción del flujo del Bravo hacia su territorio.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) es la instancia responsable de vigilar el cumplimiento del tratado.
Ayer 2 de abril la Comisionada @Adriaresendez y su personal realizaron recorrido de inspección por la infraestructura hídrica en el Bajo Río Bravo a cargo de la CILA. Incluyó la visita a presa Retamal en conjunto con @usibwc, a la planta de bombeo El Morillo y Dren Puertecitos. pic.twitter.com/EtzQnAkVrw
— CILA MEXICO (@cilamexico) April 3, 2025
¿Qué establece el acuerdo?
- Del Río Colorado, México debe recibir al menos 1 millón 850 mil metros cúbicos de agua al año.
- Del Río Bravo, Estados Unidos recibe 2 millones 158 mil metros cúbicos cada cinco años, es decir, casi 432 mil metros cúbicos anuales.
La Conagua considera que el tratado beneficia a México, ya que el país entrega cerca de cuatro veces menos agua de la que recibe.
Una característica clave es la flexibilidad en los plazos de entrega: el agua correspondiente al Río Bravo puede entregarse en periodos de cinco años. Si hay un adeudo al final de un ciclo, puede cubrirse en el siguiente, siempre y cuando no se acumulen deudas en dos periodos consecutivos.
¿Se ha cumplido?
Aunque el tratado ha funcionado en general, México ha incumplido las entregas de agua al menos en tres ciclos recientes: 1992-1997, 1997-2002 y 2010-2015, de acuerdo con un reporte de Robb Water Partners. Sin embargo, en todos los casos, las deudas se saldaron en los ciclos siguientes.

Factores como el cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos, sequías, escasez de agua y tensiones políticas pueden dificultar el cumplimiento del tratado.
Además, el crecimiento poblacional en la cuenca del Río Bravo representa un desafío adicional para la disponibilidad y gestión del recurso hídrico en la región.