La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena, reconoció que la construcción del Tren Maya ha generado afectaciones en la Península de Yucatán y que se requiere una restauración integral en los tramos 1 al 7 del proyecto. Entre las medidas necesarias, mencionó la eliminación de mallas que bloquean el paso de fauna, la prohibición de caminos secundarios en la selva y la protección del sistema de cavernas y cenotes.
Durante una reunión con medios de comunicación, Bárcena subrayó la importancia de que el plan de reforestación sea liderado por las comunidades locales, como los productores de árbol de chicle, evitando la participación de grandes consorcios involucrados en la obra. “Son empresas que vienen, plantan un árbol y se les muere al día siguiente”, señaló.
Tuvimos un fructífero diálogo entre titulares del sector ambiental y periodistas de diferentes medios sobre la Política Ecológica y Ambiental Humanista de la presidenta @Claudiashein. ¡Gracias por su interés! Su labor es esencial para informar las acciones que impulsamos.
— Alicia Bárcena (@aliciabarcena) April 1, 2025
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Por su parte, la subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental, Marina Robles, explicó que las acciones de restauración abarcarán la mejora de los pasos de fauna, la eliminación de mallas y la suspensión de caminos secundarios en desarrollo. También indicó que se estudia la posibilidad de establecer un decreto para proteger la zona bajo una figura similar a la de Reserva de la Biósfera.

Sin mencionar directamente a ninguna empresa o entidad, Robles aseguró que los responsables de los daños deberán asumir los costos de reparación. En este sentido, recordó que los tramos 1 al 4 del Tren Maya fueron gestionados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), mientras que los tramos 5 al 7 están a cargo de la Secretaría de Defensa Nacional, a través de la empresa Tren Maya S.A. de C.V.

Sergio Graf Montero, director de la Comisión Nacional Forestal, añadió que, además de la compensación ambiental por la obra, se contempla la reforestación en zonas de manglares degradados en la península. “Buscamos una restauración que también beneficie a las comunidades propietarias de los terrenos”, concluyó.