Una serie de incendios forestales sin precedentes han arrasado el sur de Corea del Sur, dejando una estela de destrucción en zonas residenciales y en sitios históricos. Entre los daños más significativos está la devastación del antiguo templo budista Gounsa, donde dos de sus edificios, catalogados como patrimonios nacionales, quedaron reducidos a cenizas.
🇰🇷🔥 ¡Corea en llamas!
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) March 25, 2025
Los Incendios forestales en Corea del Sur continúan expandiéndose, por lo que más de cinco mil 400 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares
De acuerdo con medios locales, 12 personas y 4 bomberos perdieron la vida; hasta el momento son más de… pic.twitter.com/ijOyjWpfNJ
Las autoridades reportaron que los incendios han cobrado la vida de al menos 24 personas, destruido más de 300 estructuras y obligado a evacuar a más de 28 mil personas. La magnitud del desastre ha sido impulsada por fuertes vientos, que han dificultado los esfuerzos para contener las llamas.

El templo Gounsa, fundado en el año 681 d.C. durante la dinastía Shilla, es uno de los sitios budistas más importantes de la región. Aunque la mayoría de sus construcciones actuales datan de siglos posteriores, el lugar alberga valiosos patrimonios culturales. Entre las estructuras destruidas se encuentran el Gaunru, un pabellón del siglo XVII con vista a un arroyo, y el Yeonsujeon, construido en 1904 para conmemorar la longevidad de un rey.

A pesar de la devastación, los monjes y fieles lograron rescatar una estatua de Buda de piedra del siglo VIII, considerada el tercer “tesoro” del templo. “Muchos edificios fueron destruidos, pero logramos proteger bienes sagrados, lo que nos da esperanza para mantener el templo”, expresó Doryun, un monje que vivió allí durante su juventud y que ahora trabaja en una organización budista a cargo del sitio.
El Servicio de Patrimonio de Corea confirmó que otros bienes culturales del templo, incluida una pagoda de piedra, permanecen intactos. Sin embargo, la pérdida de las estructuras históricas representa un golpe significativo para el patrimonio cultural del país.

Los incendios forestales han sido catalogados como uno de los desastres naturales más graves que ha enfrentado Corea del Sur en los últimos años. Las autoridades continúan trabajando en las labores de extinción y en la evaluación de los daños, mientras comunidades afectadas intentan recuperarse de la tragedia.