El Museo del Palacio de Bellas Artes abrió este lunes la exposición ‘La revolución impresionista: de Monet a Matisse’, que reúne 45 obras del Museo de Arte de Dallas. La muestra, que explora la evolución del impresionismo hacia la modernidad, presenta piezas fundamentales de artistas como Claude Monet, Edgar Degas, Pierre-Auguste Renoir y Henri Matisse.
Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), y el Museo de Arte de Dallas (DMA), estará abierta al público del 25 de marzo al 27 de julio.
Celebrando el 150 aniversario del impresionismo
La exposición conmemora el 150 aniversario de la primera exposición impresionista, mostrando cómo este movimiento rompió con la tradición académica. El recorrido se divide en cuatro núcleos temáticos, que van desde los inicios del grupo de artistas independientes hasta su influencia en movimientos como el cubismo.
Nicole R. Myers, directora de Curaduría e Investigación del DMA, explicó que la exposición no solo aborda el impresionismo y el postimpresionismo, sino también cómo estos movimientos dieron origen a las vanguardias.
El impacto del impresionismo en el arte mexicano
Myers destacó que el impresionismo comparte afinidades con el arte mexicano, sobre todo en su carácter subversivo y revolucionario. La idea de crear arte auténtico y reflejar los pensamientos del momento es un paralelo con la historia del arte en México.
Obras destacadas
La exposición incluye piezas clave como ‘El Pont Neuf’ de Monet y ‘Place du Théâtre Français: efecto de niebla’ de Camille Pissarro, así como una pintura menos conocida de Berthe Morisot, la única mujer que participó en la exposición de 1874.

Myers señaló que la obra de Monet captura la modernidad de la época, con figuras en movimiento y elementos contemporáneos, mientras que la pintura de Morisot es radical y destaca por su técnica de ejecución incompleta.

Un homenaje a los pioneros del arte moderno
La curadora concluyó que la exposición busca inspirar al público al mostrar cómo estos artistas, a pesar de las dificultades económicas, creyeron profundamente en el arte moderno y persiguieron su visión sin rendirse.
