La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó que varios bancos incurrieron en prácticas monopólicas absolutas al manipular el mercado de intermediación de deuda emitida por el Gobierno federal.
Por unanimidad, la Segunda Sala de la Corte negó el amparo a Bank of America (BofA), el primero en impugnar las multas impuestas en enero de 2021 por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Además de BofA, las instituciones sancionadas incluyen BBVA, Santander, Barclays, Deutsche Bank, Citibanamex y JP Morgan. Sin embargo, las multas fueron menores debido a que la ley de competencia aplicada correspondió a la vigente en la época de los hechos, entre 2010 y 2013, y no a la reforma de 2014.
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— Suprema Corte (@SCJN) March 19, 2025
En total, las sanciones ascendieron a 35.7 millones de pesos, resultado de una investigación de más de cuatro años. La Cofece determinó que once ejecutivos bancarios, conocidos como traders, se coordinaron mediante mensajes de texto para inflar los precios de emisiones de deuda gubernamental en el mercado secundario.
En el caso de BofA, la Corte confirmó una multa de 5.3 millones de pesos y desestimó todos sus argumentos en contra de la resolución de Cofece, así como de la sentencia del exjuez Juan Pablo Gómez Fierro, quien previamente había negado el amparo.
El fallo estableció que no hubo una intervención indebida en comunicaciones privadas, ya que Barclays y Deutsche Bank entregaron voluntariamente los chats usados como prueba. Además, se determinó que estos mensajes, generados en plataformas de Bloomberg y Reuters, se referían a un mercado público de deuda y no a cuestiones personales.

BofA argumentó que la sanción fue mal calculada, alegando que los chats no prueban un daño a los consumidores ni ganancias indebidas para el banco. Incluso sostuvo que sufrió minusvalías en algunas operaciones. No obstante, la Corte concluyó que la Cofece tiene facultades amplias para determinar sanciones y que las prácticas de colusión entre competidores pueden castigarse, aun si no se demuestra un impacto directo en los precios o en los consumidores.
Otros bancos involucrados continúan en proceso de amparo, aunque la resolución contra BofA sienta un precedente que dificulta la posibilidad de obtener fallos favorables.