Si hay una banda en el heavy metal con una historia de infortunios, esa es Pentagram. Fundada en 1971 en Virginia y comparada con Black Sabbath, su destino pudo haber sido el estrellato, pero una combinación de malas decisiones, problemas internos y la autodestrucción de su líder, Bobby Liebling, los condenó al olvido.

Un grupo marcado por el caos
Desde su formación, Pentagram estuvo rodeado de inestabilidad. Se dice que casi 100 músicos han pasado por la banda, incapaces de soportar el temperamento errático de Liebling. En 1974, su gran oportunidad llegó cuando un productor los llevó a Nueva York para grabar, pero el comportamiento impulsivo del vocalista frustró el contrato. Mientras Iron Maiden y Metallica conquistaban el mundo en los 80, Pentagram no lanzó su primer disco hasta 1985, cuando su sonido ya parecía anticuado.

La autodestrucción de Bobby Liebling
La historia de Liebling es la de un hombre consumido por sus vicios. En el documental Last Days Here (2011), se le muestra viviendo en el sótano de sus padres, sumido en la adicción al crack y la heroína, rodeado de basura y ratas. A pesar de intentos de rehabilitación, su comportamiento errático lo llevó a prisión en 2017, tras agredir a su madre de 87 años.

TikTok y el inesperado resurgimiento
A sus 71 años, Liebling ha vuelto a ser noticia, esta vez por volverse viral en TikTok. Su excéntrica apariencia —ojos desorbitados, melena blanca y mirada perdida— ha captado la atención de millones de usuarios. Esto ha impulsado el número de oyentes de Pentagram en Spotify, pasando de 200,000 a más de 400,000 en pocos días.
Un futuro incierto, pero con más fama que nunca
Pentagram acaba de lanzar un nuevo álbum, Lightning in a Bottle, el primero en 10 años, y se encuentra de gira por Latinoamérica. A pesar de su turbulento pasado, Liebling sigue en pie, desafiando todas las probabilidades y logrando, después de más de 50 años, un reconocimiento inesperado.