El Congreso de la Ciudad de México aprobó, en lo general y lo particular, la prohibición de corridas de toros con violencia, marcando un hito al convertirse en la primera iniciativa ciudadana que escala a una reforma legal.
La propuesta, respaldada por más de 27 mil firmas, fue modificada a petición de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, para limitarse a evitar el derramamiento de sangre y la muerte de los toros. La nueva ley prohíbe el uso de objetos punzantes que causen daño a los animales, permitiendo únicamente la capa y el capote.
Saludamos con gran alegría la decisión del Congreso de la Ciudad de México, de avalar en lo general el dictamen que prohíbe las corridas de toros con violencia, decisión con la que avanzamos en la #CapitalDeLaTransformación hacia una Ciudad que respeta los derechos de los…
— Clara Brugada Molina (@ClaraBrugadaM) March 18, 2025

“Hoy damos un paso hacia una nueva relación con los animales, basada en el respeto y no en la dominación. No se trata de borrar la historia, sino de escribir un nuevo capítulo donde tradición y compasión caminen juntas”, declaró la diputada Daniela Álvarez al presentar el dictamen.
En su intervención, Álvarez defendió las mesas de trabajo en las que se escucharon tanto a empresarios como a aficionados taurinos. “No condenamos su pasión, sino que buscamos evolucionar esta tradición sin maltrato animal. Sabemos que para muchos seguidores de la ‘fiesta brava’, estas reformas transforman su esencia, pero ahora les corresponde decidir si pueden adaptarla a los valores actuales de nuestra sociedad”, afirmó.
La iniciativa llegó al Pleno 199 días después de ser presentada y, previo a la sesión, el diputado morenista Pedro Haces, principal defensor de la tauromaquia en el Congreso, anunció que presentaría reservas para modificar el dictamen. “Subiré a exponer mis reservas con la esperanza de que sean tomadas en cuenta”, declaró.

Enfrentamientos en Donceles
La votación en el Congreso estuvo acompañada de enfrentamientos entre taurinos y policías afuera del recinto en Donceles, donde se reportaron algunas detenciones de manera extraoficial.

Desde las 8:00 a.m., alrededor de 150 simpatizantes de la tauromaquia se reunieron en las inmediaciones del Congreso. Mientras tanto, aproximadamente mil activistas antitaurinos, identificados con playeras y sombrillas del Partido Verde, marcharon desde el Hemiciclo a Juárez hasta Donceles, escoltados por un fuerte dispositivo de seguridad.

Ambos grupos fueron separados por vallas metálicas y un muro policiaco para evitar confrontaciones directas. Mientras la protesta antitaurina resonaba con tamboras y consignas, los aficionados a la tauromaquia se mantuvieron más discretos en su manifestación.