Los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams regresaron este martes a la Tierra después de haber pasado más de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI). Su estancia se prolongó debido a fallos en la nave Starliner de Boeing, que debía traerlos de vuelta una semana después de su llegada en junio pasado.
Para su regreso, la NASA y SpaceX coordinaron su descenso en la cápsula Dragon ‘Freedom’, que aterrizó suavemente en el océano frente a la costa de Tallahassee, Florida, a las 17:57 horas. La maniobra se realizó con éxito con la ayuda de cuatro paracaídas, mientras los equipos de recuperación de SpaceX y la NASA los esperaban en el área designada. Incluso, algunos delfines se acercaron al lugar del amerizaje.
Splashdown confirmed! #Crew9 is now back on Earth in their @SpaceX Dragon spacecraft. pic.twitter.com/G5tVyqFbAu
— NASA (@NASA) March 18, 2025
Wilmore y Williams no viajaron solos. También regresaron a la Tierra Nick Hague y el cosmonauta Aleksandr Gorbunov, quienes habían llegado a la EEI en septiembre a bordo de la ‘Freedom’, dejando dos asientos vacíos para los astronautas del vuelo de prueba de la Starliner.
El plan original de Wilmore y Williams era una misión de solo una semana, pero terminaron pasando alrededor de 285 días en la EEI. Aunque fue una larga espera, sigue lejos del récord de 371 días en órbita del astronauta Frank Rubio, quien también permaneció más tiempo de lo previsto debido a fallos en una cápsula rusa.

A pesar de la demora, la NASA nunca consideró a los astronautas “varados” ni describió la operación como un “rescate”. Según la agencia, este tipo de situaciones forman parte de las pruebas dentro del programa comercial de vuelos espaciales.
El regreso exitoso de la cápsula Dragon abre la posibilidad de que, en el futuro, SpaceX utilice el océano Pacífico como una alternativa de aterrizaje. Mientras tanto, Williams y Wilmore serán sometidos a revisiones médicas, ya que la permanencia prolongada en microgravedad puede afectar la masa ósea, la visión y el sistema cardiovascular. Sin embargo, la NASA ha implementado protocolos de ejercicio para mitigar estos efectos.