La presidenta Claudia Sheinbaum firmó este lunes el decreto para la publicación de la reforma constitucional que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en México.
La reforma modifica los artículos 4 y 27 de la Constitución, estableciendo que el cultivo del maíz en el país debe permanecer libre de modificaciones genéticas que superen las “barreras naturales” de reproducción o recombinación, como ocurre con las técnicas transgénicas.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum leyó los cambios realizados a la Carta Magna, que serán oficializados con su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
“Ahora sí podemos decir: sin maíz, no hay país”, expresó la mandataria en coro con los secretarios de Bienestar, Ariadna Montiel, y de Educación, Mario Delgado, además del titular de la Profeco, Iván Escalante, y la subdirectora de Diseño Digital y Medios Sociales de la Unidad de Memoria Histórica, Diana Aurora Correa Campos.
Sheinbaum también detalló que la reforma establece la necesidad de evaluar cualquier otro uso del maíz genéticamente modificado conforme a las disposiciones legales, con el objetivo de evitar riesgos para la bioseguridad, la salud y el patrimonio biocultural de México.
“Debe priorizarse la protección de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y el manejo agroecológico, promoviendo la investigación científica, humanista, la innovación y los conocimientos tradicionales”, señaló.

Asimismo, se impulsará el cultivo de semillas nativas, en especial el sistema milpa, con el apoyo de infraestructura, créditos, capacitación, investigación y asistencia técnica, fortaleciendo las instituciones públicas del sector.
México perdió disputa comercial con EU por el maíz transgénico
En diciembre de 2024, México perdió una disputa comercial con Estados Unidos sobre el maíz genéticamente modificado (GMO). El panel resolvió que la prohibición mexicana no se basa en evidencia científica y restringe el acceso al mercado, según informó la Oficina de la Representante Comercial de EU (USTR, por sus siglas en inglés).
El Gobierno estadounidense había solicitado en 2023 un panel de resolución de controversias, argumentando que la prohibición del maíz transgénico en la harina y masa para tortillas violaba el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En respuesta, Sheinbaum promovió una reforma constitucional para reforzar la restricción, la cual fue aprobada por el Congreso y declarada constitucional con el respaldo de 19 de los 32 congresos locales.
