El extenista español Rafael Nadal confesó que tomó la decisión de retirarse del tenis profesional después de los Juegos Olímpicos de París. Aunque inicialmente esperaba prolongar su carrera tras la lesión sufrida en el Abierto de Australia 2023, finalmente entendió que ya no podía competir al nivel que lo motivaba.
“Cuando volví a casa después de los Juegos Olímpicos, me dije: ‘hasta aquí’. Antes ya lo sentía, pero quería darme tiempo. Sin embargo, en ese momento supe que no tenía sentido seguir jugando. Con este problema, no iba a volver a ser competitivo al nivel que deseo”, declaró Nadal en una entrevista con el extenista estadounidense Andy Roddick en el podcast Serve.
La lesión que marcó el final
Nadal explicó que, tras su lesión en el Abierto de Australia, los médicos le recomendaron someterse a una cirugía si quería continuar en el circuito. A pesar de sus dudas por su edad, decidió seguir adelante. “Tres meses antes, me sentía como uno de los mejores del mundo y disfrutaba lo que hacía, así que lo intenté”, afirmó.
Aunque la recuperación de la operación fue relativamente buena, el manacorí aún sentía limitaciones. “No perdí velocidad de bola, pero me faltaba confianza física. Durante meses seguí luchando con la esperanza de que las cosas mejoraran”, añadió.

El 14 veces campeón de Roland Garros admitió que, aunque pudo volver a competir, no lograba jugar al nivel que deseaba. “Sabía que no podía moverme como antes y eso afectaba mi rendimiento”, subrayó.
Un momento inolvidable en París
Sobre su participación en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, Nadal reconoció que fue una experiencia única. “Recibir la antorcha de Zidane frente a la Torre Eiffel fue increíble. Me lo dijeron solo unos minutos antes, fue un secreto total. Cuando entendí el momento, me emocioné, pero me dije: ‘para, es el momento de disfrutar'”, relató.


Rivalidades inolvidables
Al hablar de sus duelos con Roger Federer y Novak Djokovic, Nadal destacó que su rivalidad con el suizo fue “más atractiva para los fans” debido a la dinámica del juego. “Yo atacaba su revés porque su derecha era la mejor contra la que jugué. Era como una partida de ajedrez: si jugaba bien, le ganaba; si él jugaba bien, me ganaba”, explicó.

También recordó cómo Federer evolucionó en 2017, ajustando su estrategia y mejorando su revés, lo que lo convirtió en un rival aún más complicado.
Por otro lado, sobre Djokovic, Nadal aseguró que enfrentarlo era un reto diferente. “No podía hacerle tanto daño con mi derecha a su revés. Tenía que ajustar mi estrategia todo el tiempo. Controla la bola mejor que nadie”, concluyó.