Dos atacantes suicidas detonaron sus bombas para romper un muro en una base militar en el noroeste de Pakistán, mientras otros asaltaron el recinto y fueron repelidos en un ataque que dejó al menos nueve muertos y 25 heridos, informaron funcionarios y un hospital local.
Un grupo afiliado con los talibanes paquistaníes se atribuyó el ataque en Bannu, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, y afirmó que decenas de elementos de seguridad paquistaníes murieron. El ejército no confirmó de inmediato ninguna baja, pero el Hospital del Distrito de Bannu informó que al menos nueve personas estaban muertas.
Columnas de humo gris se elevaron en el aire y los disparos continuaron después de las dos explosiones, indicó el policía Zahid Khan. Cuatro de los fallecidos eran niños, dijeron funcionarios del hospital. Las víctimas vivían cerca del lugar de las explosiones.
Los ataques ocurrieron después del atardecer, cuando las personas habrían estado rompiendo su ayuno durante el mes sagrado musulmán de Ramadán.
Un portavoz del Hospital del Distrito de Bannu, Muhammad Noman, declaró que las explosiones dañaron gravemente hogares y otros edificios. “Los techos y las paredes colapsaron y por eso estamos recibiendo heridos”, afirmó.
Los dos atacantes suicidas se hicieron estallar cerca del muro de la extensa área militar, sostuvo un funcionario de seguridad, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los reporteros.
“Después de una brecha en el muro, entre cinco y seis atacantes más intentaron entrar en el cantón, pero fueron eliminados. Las operaciones en el área aún continúan”, indicó el funcionario de seguridad.
Jaish Al-Fursan se atribuyó el ataque, el tercer asalto militante en Pakistán desde que comenzó el Ramadán el domingo. En un comunicado, el grupo sostuvo que la fuente de las explosiones fueron vehículos cargados de explosivos.
Los militantes han atacado Bannu en varias ocasiones. En noviembre pasado, un coche bomba suicida mató a 12 soldados e hirió a varios otros en un puesto de seguridad.
En julio, un atacante suicida detonó su vehículo cargado de explosivos y otros militantes abrieron fuego cerca del muro exterior de la instalación militar.