La gasolina regular se mantendrá en 24 pesos los próximos seis meses gracias a un acuerdo entre el Gobierno y el sector privado.
El Gobierno de México, junto con empresarios gasolineros y otros participantes clave de la cadena de valor de combustibles, ha llegado a un acuerdo para estabilizar el precio de la gasolina regular a 24 pesos por litro durante los próximos seis meses. Este acuerdo, respaldado por importadores, distribuidores y expendedores gasolineros, busca mitigar los efectos de los aumentos en los precios del combustible y garantizar precios más justos para los consumidores.
La presidenta Claudia Sheinbaum firmó un documento que establece este compromiso. El acuerdo será dado a conocer el próximo jueves y está diseñado para llevar a cabo evaluaciones periódicas sobre su efectividad, a fin de hacer ajustes en función de los resultados obtenidos. Este esfuerzo se encamina a coordinar la acción entre el gobierno mexicano y el sector privado para lograr un equilibrio entre la estabilidad de precios y los márgenes de ganancia de los involucrados.
El objetivo principal de esta política de estabilización es asegurar que el precio de la gasolina regular, que tiene menos de 91 octanos, se mantenga por debajo de los 24 pesos por litro. Las excepciones se harán en las zonas fronterizas, donde los estímulos fiscales permiten que el combustible sea más barato. Sin embargo, fuera de estas zonas, la medida será de aplicación generalizada.
Pemex desempeñará un papel crucial en este acuerdo, ya que establecerá un precio mayorista nacional para la gasolina regular, asegurando la correcta distribución en todas las terminales de almacenamiento y distribución del país. Además, las empresas importadoras y distribuidoras ajustarán sus precios para trasladar los beneficios a los consumidores, manteniendo un margen de ganancia razonable. De acuerdo con el documento firmado, este margen no debe superar los dos pesos (sin incluir el Impuesto al Valor Agregado, IVA) respecto al precio mayorista al que las gasolineras vendan el producto.
Pemex también se compromete a mejorar la distribución de combustible en todo el país, garantizando que el suministro llegue de manera eficiente a todas las regiones. Se prevé que la petrolera estatal revise y ajuste los costos logísticos, proponiendo cambios cuando sea necesario para cubrir los costos operativos y asegurar la viabilidad económica.
Otro aspecto clave de este acuerdo es el compromiso del gobierno a mantener estímulos fiscales mediante el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para las gasolinas, con el fin de sostener los precios más accesibles. Además, la Profeco continuará con sus esfuerzos para monitorear los precios y garantizar que se mantenga la transparencia en los costos, supervisando cualquier posible irregularidad.
Las autoridades competentes se comprometieron, además, a mantener mesas de trabajo permanentes para revisar y mejorar la regulación y normatividad técnica aplicable al sector de los combustibles. La meta es elevar la eficiencia de la regulación, facilitar su cumplimiento y reducir los costos operativos para todos los involucrados en la cadena de distribución de combustibles.
En resumen, este acuerdo pretende dar un respiro a los consumidores, evitando los temidos ‘gasolinazos’ durante los próximos seis meses, mientras se trabaja en una estabilización más duradera de los precios del combustible. El sector público y privado han acordado coordinarse de manera más efectiva, haciendo ajustes en las políticas y prácticas del sector para asegurar la disponibilidad y el precio justo de la gasolina para los mexicanos.
Este acuerdo llega en un momento crucial, buscando mejorar la estabilidad económica del país y aliviar la presión sobre los hogares mexicanos que han sufrido los efectos de los aumentos constantes en los precios de los combustibles.