Un reporte de Fitch prevé que la participación del gas transportado desde Estados Unidos en el mercado mexicano seguirá en ascenso en próximos años.
Ciudad de México. La dependencia de México del gas natural proveniente de Estados Unidos, que actualmente representa el 70 % de sus importaciones, podría intensificarse debido a las tensiones comerciales que surgieron con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, según advirtió este jueves un análisis de la agencia calificadora Fitch Ratings.
En el informe, Fitch anticipa que las importaciones de gas natural estadounidense aumentarán, impulsadas por una creciente demanda de energía, una producción interna limitada y la expansión de la infraestructura de gasoductos.
Aunque Fitch reconoció que las importaciones de gas de EE. UU. proporcionan a México una fuente de energía “confiable y rentable”, también destacó que este modelo expone al país a volatilidad en el tipo de cambio y posibles interrupciones en el suministro.
“Fitch espera que la participación de mercado del gas transportado desde EE. UU. en México aumente en los próximos años, a medida que nuevos proyectos de infraestructura de ductos y una mayor utilización de la capacidad existente permitan que más importaciones de gas estadounidense satisfagan la creciente demanda de adiciones a la capacidad de generación de energía y nuevos proyectos”, señala el reporte.
Aumento de la dependencia por las tensiones comerciales
El análisis también hace énfasis en que, desde la reelección de Donald Trump en enero, la incertidumbre sobre el estado de las relaciones bilaterales ha aumentado. Aunque en los últimos tiempos, la administración Trump se ha centrado en las exportaciones de México a EE. UU., Fitch considera que las perturbaciones en el comercio de gas impulsadas por las políticas comerciales son un riesgo menor en este momento.
Impacto en los consumidores
No obstante, Fitch advirtió que un posible aumento abrupto en los precios del gas importado sería perjudicial para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que podría tener que absorber el incremento inicial de los costos. Esto afectaría especialmente al gobierno mexicano, que subsidia a usuarios agrícolas y residenciales de bajo consumo.
Además, la agencia subrayó los riesgos para los consumidores industriales y comerciales, quienes probablemente verán un aumento en los precios de la energía. En el peor de los casos, una interrupción prolongada del suministro de gas podría afectar la infraestructura de gas natural en construcción en México, afectando el futuro de los proyectos de generación energética en el país.
Perspectivas para el futuro energético de México
Fitch destacó que la demanda de gas natural en México continuará creciendo debido a los nuevos proyectos de generación de energía, como las centrales de ciclo combinado, que serán cruciales para el crecimiento de la capacidad de generación de electricidad. Los proyectos más relevantes incluyen el desarrollo de gasoductos como el Perta al Sureste, que conecta secciones terrestres y submarinas y tiene una extensión de 715 kilómetros.
El gas natural representa más del 60 % de la generación de electricidad en México. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal encargada de la producción de gas y petróleo, la producción nacional ha ido en declive desde 2010, lo que ha obligado a México a depender aún más del gas importado.
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La proximidad geográfica de México con EE. UU. y la eficiente conectividad de su infraestructura con el país vecino facilitan el flujo continuo de gas natural, mediante una red de aproximadamente 19.000 kilómetros de ductos, con una capacidad total de transporte de aproximadamente 6,5 millones de pies cúbicos por día.
Conclusión
El análisis de Fitch destaca que, en el futuro cercano, las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos jugarán un papel fundamental en la evolución de la dependencia energética del país. Si bien el gas estadounidense es una fuente clave y confiable, las tensiones comerciales podrían poner en riesgo la estabilidad de este flujo energético, afectando tanto a las autoridades mexicanas como a los consumidores.