El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, viajarán a Washington la próxima semana para reunirse con Donald Trump en el marco de las negociaciones para un acuerdo de paz en Ucrania. La reunión, anunciada por el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Mike Waltz, reconoce el papel de mediador de Macron en este proceso.
Este encuentro se produce en un momento clave, tras la cumbre organizada por Macron en París para definir la estrategia de seguridad de la Unión Europea y su rol en las conversaciones de paz. Sin embargo, la falta de consenso sobre el envío de tropas de paz y la exclusión de algunos países clave generaron tensiones entre los socios europeos. Para abordar estas preocupaciones, Macron convocó una nueva reunión por videoconferencia con una veintena de líderes europeos y aliados extracomunitarios como Canadá y Noruega.
A la primera cumbre presencial asistieron líderes de Alemania, Italia, Polonia, España, Países Bajos, Dinamarca y el Reino Unido, además de altos funcionarios de la UE y la OTAN. Sin embargo, Austria, un país neutral, se ausentó en la reunión posterior.
Macron reafirmó el compromiso de Francia con una paz duradera en Ucrania y con el fortalecimiento de la seguridad en Europa. Además, destacó la importancia de una posición común entre los socios europeos para evitar quedar marginados en las negociaciones lideradas por EE. UU. y Rusia. El presidente finlandés, Alexander Stubb, subrayó la urgencia de una estrategia europea clara y anunció que Francia presentará próximamente un plan de acción para consolidar el apoyo a Ucrania y aumentar la presión sobre Rusia.
En este contexto, la reunión en la Casa Blanca será clave para definir la postura de las potencias occidentales en el conflicto, mientras Trump mantiene una postura ambigua respecto a Ucrania y su relación con Rusia. Los próximos días serán cruciales para la coordinación entre Europa y EE. UU. en este complejo escenario geopolítico.