Estados Unidos ha designado oficialmente a seis cárteles mexicanos y dos pandillas sudamericanas como organizaciones terroristas internacionales. La medida, anunciada este miércoles por el Departamento de Estado y publicada en el Federal Register, afecta a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Cárteles Unidos, Cártel del Noroeste, Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana, así como a la banda venezolana Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha. Sin embargo, el Clan del Golfo colombiano, mencionado en filtraciones previas, fue excluido de la lista final.

El senador Marco Rubio, responsable de política exterior, justificó la decisión argumentando que estos grupos representan una amenaza significativa para la seguridad y economía de EE. UU. La designación, que amplía las herramientas legales contra estas organizaciones, permite el uso de medidas similares a las empleadas en la lucha contra el extremismo islámico, como la congelación de activos y la posible acción militar.

Donald Trump, en una conferencia desde Mar-a-Lago, atribuyó a los cárteles mexicanos la crisis del fentanilo y el aumento de la migración irregular. La medida ha generado tensiones con el Gobierno de Claudia Sheinbaum, quien se ha opuesto a la designación y advierte posibles represalias, como la ampliación de demandas contra fabricantes de armas estadounidenses, responsables del suministro de armamento al crimen organizado en México.

La CIA ha intensificado sus vuelos de vigilancia sobre territorio mexicano, una práctica que ya existía durante la administración Biden, pero que ha aumentado con el regreso de Trump a la Casa Blanca. Sheinbaum ha minimizado la situación, afirmando que no hay violaciones a la soberanía y expresando su deseo de mantener una relación estable con EE. UU., siempre que se respete la soberanía de México.