Miami, 13 de febrero.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó este jueves dos leyes que endurecen las condiciones para los inmigrantes irregulares y facilitan la aplicación de la agenda de deportaciones masivas del expresidente Donald Trump.
Las nuevas legislaciones imponen sanciones más severas para los inmigrantes indocumentados que cometan delitos, establecen requisitos más estrictos para los funcionarios locales y modifican el controvertido programa estatal de transporte de migrantes, limitando el poder del gobernador para autorizar estos traslados de manera unilateral.
Uno de los puntos más polémicos de las leyes es la aplicación automática de la pena de muerte para indocumentados declarados culpables de delitos capitales, como asesinato o abuso sexual infantil. Este aspecto podría enfrentar desafíos legales, ya que la Corte Suprema de EE.UU. ha dictaminado en el pasado que las sentencias obligatorias sin discreción del jurado son inconstitucionales.
Las leyes también establecen la creación de una Junta Estatal de Control de Inmigración, integrada por el gobernador, el comisionado de agricultura, el fiscal general y el director financiero de Florida. Esta junta coordinará acciones legales y de seguridad con agencias federales y administrará un fondo de 250 millones de dólares destinado a las fuerzas del orden locales que colaboren con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Las nuevas regulaciones crean delitos estatales por ingreso o reingreso ilegal a Florida, elevan la conducción sin licencia a un delito grave para inmigrantes indocumentados y establecen penas de hasta nueve meses de prisión para quienes ingresen al estado sin haber pasado por controles migratorios. Además, eliminan la posibilidad de que estudiantes indocumentados accedan a matrículas como residentes en universidades públicas y obligan a todas las oficinas del alguacil a inscribirse en el programa federal 287(g), que permite a los agentes locales desempeñar funciones propias de inmigración.
“Hoy, la Legislatura de Florida ha aprobado la legislación más fuerte para combatir la inmigración ilegal en todo el país”, declaró DeSantis en una rueda de prensa tras firmar los proyectos de ley, acompañado del presidente del Senado, Ben Albritton, y del titular de la Cámara de Representantes estatal, Daniel Pérez.
La firma de estas leyes pone fin a semanas de desacuerdos entre DeSantis y los legisladores estatales, quienes, pese a contar con mayoría republicana en ambas cámaras, debatieron intensamente estas reformas migratorias en tres sesiones extraordinarias.