La revisión anticipada del T-MEC pone en alerta al gobierno de México y a los empresarios, quienes intensifican esfuerzos para evitar la imposición de tarifas de hasta 25% por parte de Estados Unidos. Mientras las negociaciones se intensifican, las tensiones comerciales se hacen más palpables en un contexto de creciente incertidumbre.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lidera las conversaciones con el equipo de la Casa Blanca, buscando blindar las exportaciones mexicanas. El ex presidente Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles, ha dejado claro que su decisión de congelarlos por un mes podría ser una táctica de presión para forzar concesiones.
Experiencia y Nuevas Estrategias en la Mesa de Negociaciones
Empresarios y analistas señalan que Ebrard ya ha enfrentado desafíos similares con Trump en el pasado. Durante su gestión como canciller en 2018, logró frenar aranceles y evitó que México fuera etiquetado como un “tercer país seguro” para migrantes. En esta ocasión, el enfoque mexicano ha cambiado con la eliminación del “Cuarto de Junto”, el equipo que asesoraba al gobierno en temas comerciales. En su lugar, Ebrard propone reuniones sectoriales con empresarios y expertos para garantizar que todos los intereses nacionales estén representados en las negociaciones.
Alianzas Estratégicas y el Impacto en Sectores Clave
México busca forjar alianzas con congresistas estadounidenses de estados como Texas y California, que dependen del comercio con México. Estos actores podrían ser decisivos en presionar a Trump para evitar medidas proteccionistas que afecten sus economías locales.
El sector automotriz es uno de los más preocupados. Un aumento en los aranceles podría elevar los costos de producción y, en consecuencia, los precios finales de autos y camiones, afectando tanto a fabricantes como a consumidores en ambos países. Para contrarrestar esta amenaza, el gobierno y la iniciativa privada lanzarán la campaña “Hecho en México”, posicionando los productos nacionales como pilares clave de la economía estadounidense.
Fortaleciendo la Industria Local y Desafiando la Competencia
La campaña no solo busca mejorar la percepción de México en el mercado estadounidense, sino también fortalecer la industria local. Una de las iniciativas será limitar la importación de vehículos usados desde Estados Unidos, lo que ha afectado la competitividad del sector automotriz nacional.
“Lo Hecho en México está bien hecho”, afirmó Rogelio Arzate, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), destacando la calidad e innovación de la manufactura mexicana.
El Plan México y el Reto de la Competitividad Global
El Plan México, con una inversión de 277 mil millones de dólares, tiene como objetivo consolidar al país como un actor clave en la economía global. Entre sus metas se encuentran generar más empleos, aumentar el contenido nacional en las exportaciones y facilitar el acceso de PYMES al financiamiento.
Sin embargo, expertos como el exsecretario de Economía Ildefonso Guajardo advierten que México debe establecer límites claros en las negociaciones con Trump. “No podemos sentarnos a la mesa mientras él deja la pistola cargada sobre ella”, señaló.
El Riesgo de una Guerra Comercial
A medida que el panorama comercial se complica, analistas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) alertan que los aranceles no solo impactarán a México, sino que afectarán directamente a los consumidores estadounidenses, aumentando sus costos hasta 4,300 dólares anuales. La posibilidad de una guerra comercial sigue presente, y México ya evalúa represalias estratégicas contra productos sensibles de Estados Unidos, como la carne de cerdo y los cítricos, sectores clave para el Congreso estadounidense.
Una Batalla por el Libre Comercio en América del Norte
“Las tarifas no solo afectan a México, sino a toda América del Norte”, indicó Jesús Carrillo, director de Economía del IMCO. “Reducen la competitividad de la región y generan efectos inflacionarios que impactan a todos los ciudadanos”, subrayó.
El futuro económico de la región está en juego. Con las amenazas arancelarias y la revisión anticipada del T-MEC, las próximas semanas serán cruciales para definir el rumbo del comercio entre México y Estados Unidos.