El maíz transgénico es una variedad de maíz que ha sido modificada genéticamente mediante técnicas de ingeniería genética para incorporar genes de otras especies, con el objetivo de conferirle características específicas, como resistencia a plagas o tolerancia a herbicidas. Estas modificaciones buscan mejorar la productividad agrícola y facilitar el manejo de cultivos.
México es el centro de origen y diversificación del maíz, contando con una amplia variedad de razas nativas que forman parte esencial de su patrimonio biocultural. Esta riqueza genética ha sido preservada por generaciones de agricultores y es fundamental para la seguridad alimentaria del país. La introducción de maíz transgénico ha generado debates en torno a la posible contaminación de estas variedades nativas y los riesgos asociados al uso de herbicidas como el glifosato.
Prohibiciones y regulaciones
En diciembre de 2020, el gobierno mexicano emitió un decreto que establecía la prohibición gradual del uso de maíz genéticamente modificado para consumo humano, con el objetivo de proteger las variedades nativas y la salud pública. Este decreto también contemplaba la eliminación progresiva del uso de glifosato para 2024. Posteriormente, en febrero de 2023, se reforzaron estas medidas, enfatizando la sustitución del maíz transgénico en la alimentación humana y animal.
Sin embargo, estas restricciones generaron tensiones comerciales con Estados Unidos y Canadá, principales exportadores de maíz transgénico a México. En diciembre de 2024, un panel de resolución de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) falló en contra de México, argumentando que las restricciones carecían de fundamento científico y violaban los compromisos comerciales del tratado.
Como resultado, en febrero de 2025, México retiró la prohibición de importar maíz transgénico para consumo humano, acatando la resolución del panel.
¿Existe evidencia del daño a la salud por parte del maíz transgénico?
La comunidad científica ha presentado opiniones divergentes respecto a los posibles efectos del maíz transgénico en la salud humana. Algunos estudios señalan que no existe evidencia concluyente de que los organismos genéticamente modificados (OGM) causen daños a la salud.
Por ejemplo, Francisco Bolívar Zapata, investigador emérito del Instituto de Biotecnología de la UNAM, ha afirmado que no hay evidencia científica de que los transgénicos sean perjudiciales para la salud y que entidades como la Organización Mundial de la Salud avalan su uso como alimentos.
Por otro lado, instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) han promovido debates internacionales sobre los posibles riesgos asociados al consumo de maíz transgénico y la exposición al glifosato. En mayo de 2023, el Conacyt organizó un foro científico internacional para discutir la evidencia científica y empírica sobre los efectos perniciosos del herbicida glifosato en la salud humana y su relación con los OGM.
Además, un análisis del Conacyt publicado en diciembre de 2024 sostuvo que existen riesgos inaceptables para la salud de los mexicanos que consumen maíz modificado genéticamente y glifosato, basándose en un documento de 200 páginas con mil 200 referencias científicas.