Un juez federal bloqueó temporalmente este jueves el plan del Presidente Donald Trump para despedir a empleados federales ofreciéndoles incentivos financieros, el último giro en una saga caótica y angustiante que afecta a millones de trabajadores del gobierno.
El fallo se produjo horas antes de la fecha límite de medianoche para que los empleados solicitaran el programa de renuncia diferida. El juez de distrito de Estados Unidos George O’Toole Jr., en Boston, ordenó a la Administración extender ese plazo hasta después de una audiencia judicial que programó para la tarde del lunes. O’Toole no expresó una opinión sobre la legalidad del programa, el cual está siendo impugnado por varios sindicatos, y dijo que evaluará los argumentos la próxima semana.
En la Casa Blanca, la Secretaria de Prensa Karoline Levitt dijo que más de 40 mil empleados federales han solicitado salir a cambio de recibir pagos hasta el 30 de septiembre.
“Animamos a los empleados federales en esta ciudad a aceptar esta oferta muy generosa”, dijo aproximadamente al mismo tiempo que se conoció el fallo del juez.
“No quieren venir a la oficina. Si quieren estafar al pueblo estadounidense, entonces son bienvenidos a aceptar este incentivo económico, y nosotros encontraremos personas altamente calificadas” para reemplazarlos.
El programa de renuncia diferida fue orquestado por Elon Musk, el empresario multimillonario que se desempeña como uno de los principales asesores de Trump. Forma parte del objetivo del Presidente republicano de reformar el Gobierno federal, debilitando lo que sus aliados describen como el “Estado profundo” que socavó su primer mandato. Funcionarios de la Administración afirmaron que pueden ahorrar dinero a los contribuyentes al presentar a los empleados “una valiosa oportunidad única en la vida”.
El miércoles, la Administración intensificó la presión sobre los empleados para que renunciaran, enviando un recordatorio de que podrían producirse despidos o suspensiones en el futuro.
“La mayoría de las agencias federales probablemente se reducirán mediante reestructuraciones, reasignaciones y recortes de personal”, decía el mensaje de la Oficina de Gestión de Personal, que ha sido un eje central en los esfuerzos de Musk por reducir el tamaño del gobierno.
El correo electrónico señalaba que quienes permanezcan deberán ser “leales” y “estarán sujetos a estándares más estrictos de idoneidad y conducta a medida que avancemos”. Algunos empleados también podrían ser reclasificados para limitar las protecciones del servicio civil.
“Los empleados que participen en conductas ilegales u otras faltas serán priorizados para una investigación y sanción adecuadas, incluida la terminación del empleo”, afirmaba el mensaje.