Con el objetivo de frenar el flujo de fentanilo, otras drogas y la inmigración ilegal, desde las primeras horas de ayer, cientos de elementos de la Guardia Nacional (GN) fueron desplegados desde al menos nueve estados de la República, vía aérea y terrestre, hacia la frontera norte.
Este despliegue, que fue acordado con el presidente estadounidense Donald Trump, contempla el envío de 10 mil efectivos de fuerzas federales a 18 municipios estratégicos para reforzar la seguridad en la zona.
En Baja California se enviaron 3,010 efectivos; en Sonora, 1,987; en Chihuahua, 2,620; en Coahuila, 1,017; en Nuevo León, 623; y en Tamaulipas, 743. Además, se prevé la distribución de elementos en San Luis Río Colorado (400), Nogales (400), Sonoyta (200), Naco (200), Agua Prieta (200) y Sásabe (100).
Durante su conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que este despliegue no afectará la seguridad en el resto del país, sino que representa una reorientación de las fuerzas:
“Que sepan que no estamos dejando descubiertos los estados de la República, sino realizando una redistribución estratégica”, explicó.
Además, señaló que los militares también tendrán la misión de vigilar las aduanas para impedir el tráfico de drogas y reforzar la seguridad fronteriza:
“Nos ayudan a evitar el tráfico de fentanilo, pero también a fortalecer la seguridad en la frontera”, puntualizó.
Sheinbaum destacó que el plan fue elaborado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con el fin de garantizar tanto la seguridad nacional como el cumplimiento de acuerdos internacionales.