El gobierno de Taiwán ha emitido una orden que prohíbe a los empleados del sector público y de infraestructuras estratégicas el uso de la inteligencia artificial DeepSeek, una tecnología desarrollada en China. La medida, fundamentada en preocupaciones de seguridad nacional, busca evitar posibles riesgos relacionados con la transmisión de datos sensibles.
DeepSeek, un modelo de inteligencia artificial conversacional creado por una startup con sede en Hangzhou, ha captado la atención global por su rendimiento y bajo costo en comparación con sus competidores occidentales, como ChatGPT. Sin embargo, su origen ha suscitado inquietudes en varios países respecto a la posible manipulación de datos por parte de su desarrollador chino.
Riesgo para la seguridad nacional
El Ministerio de Asuntos Digitales de Taiwán anunció la restricción el pasado viernes, advirtiendo que DeepSeek podría comprometer información gubernamental crítica. “Este servicio es un producto chino y su uso implica la transmisión y el filtrado de información transfronteriza, lo que representa un riesgo para la seguridad nacional”, explicó la entidad.
La decisión no es aislada. En 2019, Taiwán ya había prohibido el uso de productos tecnológicos de origen chino en agencias gubernamentales para proteger su infraestructura digital. Con el auge de la inteligencia artificial, las autoridades han decidido ampliar estas restricciones.
Un gigante emergente que preocupa a Occidente
DeepSeek ha irrumpido en el mercado con fuerza, consolidándose como una alternativa a las soluciones de IA estadounidenses. Su capacidad para generar texto, escribir canciones, proporcionar consejos sobre situaciones cotidianas e incluso sugerir recetas ha captado el interés de millones de usuarios en todo el mundo.
La empresa ha sido comparada con gigantes como Nvidia y Meta, y su rápido crecimiento ha generado inquietud en Wall Street. La startup fue fundada por un visionario de la tecnología convencido de que la inteligencia artificial cambiará el mundo.
Contexto geopolítico y reacciones internacionales
La prohibición de DeepSeek en Taiwán se enmarca en un contexto de creciente tensión con China, que considera a la isla parte de su territorio y ha intensificado la presión diplomática, económica y militar sobre ella en los últimos años. Además, Taiwán ha sido blanco de múltiples ciberataques, lo que refuerza su postura de proteger sus sistemas de información.
Más allá de Taiwán, otros países han comenzado a analizar las implicaciones de esta tecnología. Irlanda y Corea del Sur han solicitado a la empresa china mayor claridad sobre la gestión de datos privados, mientras que Italia ha iniciado una investigación y bloqueado temporalmente el uso de DeepSeek en su territorio.
Con la inteligencia artificial avanzando a pasos agigantados, las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos seguirán marcando el debate global sobre el uso de este tipo de tecnologías.