Ciudad de México.- Dos de los cinco hombres implicados en la trágica muerte de Liam Payne se preparan para una crucial fecha de apelación.
Su equipo legal buscará revocar la decisión de la jueza Laura Bruniard de acusarlos formalmente, lo que allanaría el camino para un juicio de alto perfil a finales de este año. Los abogados de los dos sospechosos acusados de suministrar cocaína al cantante antes de su fatal caída planean impugnar la detención preventiva que se les impuso tras sus arrestos a principios de este mes.
De ser encontrados culpables, los acusados podrían enfrentar hasta 15 años de prisión. La audiencia de apelación, programada para el 10 de febrero en el Tribunal Nacional en lo Criminal y Correccional de Buenos Aires, Argentina, se llevará a cabo después del receso judicial de enero. Aún no está claro si la audiencia será pública o privada.
En un desarrollo significativo, se reveló que Rogelio “Roger” Nores, amigo de Liam y uno de los tres hombres acusados de homicidio, ha contratado a un destacado abogado, Rafael Cuneo Libarona, para reforzar su defensa.
El empresario también ha presentado una demanda por difamación contra el padre de Liam, Geoff Payne, exigiendo 10 millones de dólares en un tribunal de Palm Beach, Florida. Nores lo acusa de realizar “afirmaciones falsas, engañosas y difamatorias” en declaraciones juradas presentadas ante los fiscales en Buenos Aires.
Estas declaraciones forman parte de la investigación sobre la muerte de Liam y han implicado a Nores, incluyendo la afirmación de que era el representante de Liam y responsable de su cuidado. Según su nuevo abogado, Cuneo Libarona, la defensa de Nores se centrará en refutar que él fuera el “garante” descrito por la jueza Bruniard al decidir procesarlo.
En declaraciones a Infobae, Cuneo Libarona comentó: “La demanda que presentamos en Estados Unidos busca detener un ataque innecesario, mendaz y deshonesto que intenta responsabilizar a mi cliente en lugar de exponer a quienes son realmente responsables de la caída de Liam Payne en las drogas a una edad muy temprana”. Además, añadió: “Mi cliente no es representante, enfermero, psicólogo, psiquiatra ni se dedica a la recuperación de adictos. Es simplemente un amigo en Argentina que lo ayudaba en sus asuntos comerciales”.
El equipo de defensa de Nores también argumentará que Payne era consciente de los riesgos del consumo de drogas y que tomó esa decisión sin coerción.
Los otros dos acusados enfrentan cargos por su relación con los eventos previos a la muerte de Payne: Esteban Grassi, el recepcionista principal del hotel que llamó al 911 momentos antes de la tragedia, y Gilda Martin, jefa de seguridad. Ambos podrían enfrentar penas de entre uno y cinco años de prisión, aunque podrían recibir sentencias en suspenso.
Por otra parte, el camarero Braian Nahuel Paiz y el trabajador suspendido Ezequiel David Pereyra han sido acusados de vender cocaína a Payne y podrían enfrentar entre cuatro y 15 años de prisión si son declarados culpables.
En un reciente documental de TMZ, Nores declaró que Liam estaba “de buen ánimo y perfectamente equilibrado” el día de su muerte, desafiando las acusaciones de que el cantante actuaba de manera errática y bajo la influencia de sustancias antes de su caída.
En una declaración emitida poco después de convertirse en objeto de investigación oficial, Nores expresó: “Nunca abandoné a Liam. Fui a su hotel tres veces ese día y me fui 40 minutos antes de que esto sucediera. Había más de 15 personas en el lobby del hotel charlando y bromeando con él cuando me fui. Nunca podría haber imaginado que algo así sucediera”.
Agregó: “Di mi declaración al fiscal el 17 de octubre como testigo y desde entonces no he hablado con ningún policía ni fiscal. Yo no era el representante de Liam, él era simplemente un amigo muy querido”.
Además, Nores subrayó en una declaración escrita presentada ante los tribunales que “no era médico, abogado, representante ni compañero terapéutico de Liam”, afirmando que su relación se basaba puramente en la amistad.