Los Ángeles y el resto del sur de California enfrentan una segunda semana de vientos feroces que convierten los incendios forestales en sopletes, poniendo en riesgo vidas y destruyendo hogares, negocios y lugares emblemáticos.
Se pronostican condiciones extremas de incendio en un área de 5 mil 872 kilómetros cuadrados alrededor de Los Ángeles el lunes y martes, mientras los vientos vuelven a aumentar, azotando las llamas con ráfagas de fuerza de tormenta tropical, informó el Centro de Predicción de Tormentas de EU. Un área aún más grande con cerca de 9 millones de personas está en condiciones críticas hasta el miércoles.
Los vientos fuertes limitarán las oportunidades para que los bomberos avancen contra los rápidos incendios de Palisades y Eaton desde tierra y aire. Los incendios han cobrado la vida de al menos 24 personas y destruido más de 12 mil edificaciones en más de 40 mil acres en los vecindarios de Pacific Palisades y Altadena en Los Ángeles.
“No hay posibilidad de lluvia y los vientos están aumentando. Es una situación realmente difícil”, dijo Bob Oravec, meteorólogo principal del Centro de Predicción del Clima de EU.
“Los días individuales pueden variar, pero el peligro de incendio seguirá siendo alto”.
Los incendios son el tercero y cuarto más destructivos en la historia del estado y constituyen el peor desastre natural que ha golpeado a Los Ángeles desde el terremoto de Northridge en 1994, que causó la muerte de 57 personas. Se espera que estos incendios se ubiquen entre los más costosos en la historia moderna de EU, Hasta la madrugada del lunes, el incendio de Eaton estaba contenido en un 27 por ciento y el de Palisades en un 13 por ciento.
AccuWeather Inc. ha elevado su estimación de daños y pérdidas económicas a un rango de entre 250 y 275 mil millones de dólares, frente a los 135 a 150 mil millones estimados anteriormente. Este pronóstico comercial incluye pérdidas directas y secundarias, como salarios perdidos y las interrupciones en las cadenas de suministro.
Los escombros y el paisaje marcado por las cicatrices del fuego también preparan el terreno para futuros desastres, ya que cualquier lluvia en la zona podría desencadenar peligrosos deslizamientos de tierra. Incluso mientras los bomberos luchan contra los incendios, el Gobernador Gavin Newsom ha pedido un plan para limpiar el área y comenzar la reconstrucción.
A corto plazo, no hay posibilidades de lluvia que provoquen inundaciones o ayuden a los bomberos a frenar la propagación de los incendios, dijo Oravec. Algunos modelos a largo plazo muestran posibilidades de lluvia para el 26 de enero, pero la confianza en ese pronóstico es baja.
La mayoría de las escuelas reabrirán el lunes, con la excepción de siete que permanecen en zonas de evacuación obligatoria, según Alberto M. Carvalho, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. De esas siete, dos tendrán que ser reconstruidas por completo: Palisades Charter Elementary y Marquez Charter Elementary.
La empresa de servicios Southern California Edison de Edison International está preparada para cortar el suministro eléctrico si es necesario durante la próxima oleada de fuertes vientos, dijo Cody Tubbs, director de asuntos públicos. Aproximadamente 430 mil clientes están en riesgo de cortes programados, según el sitio web de la compañía. Los abogados que representan a las compañías de seguros han solicitado a la empresa que preserve pruebas relacionadas con el mortal incendio de Eaton.
Hasta la madrugada del lunes, más de 52 mil clientes de servicios públicos en California estaban sin electricidad en las áreas afectadas por los incendios, según el sitio web PowerOutage.us.