El presidente electo Donald Trump ha intensificado sus amenazas de retomar el control del canal de Panamá, acusando falsamente a Panamá de permitir que soldados chinos controlen esa ruta marítima vital y cobrar tarifas exorbitantes a los buques estadounidenses.
Trump ha afirmado que Panamá cobra a los barcos estadounidenses “precios exorbitantes” y ha advertido que, si esas tarifas no se reducen tras su toma de posesión el mes próximo, exigirá que se conceda a Estados Unidos el control del canal “en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos”.
El miércoles, Trump volvió a las andadas. Al anunciar que elegía a Kevin Marino Cabrera para detentar el cargo de embajador en la nación centroamericana, acusó al gobierno panameño de “estafarnos con el canal de Panamá, mucho más allá de sus sueños más descabellados”. En un escrito navideño que fue publicado en Truth Social, su red social, Trump deseó una feliz Navidad a “los maravillosos soldados de China”, que dijo —incorrectamente— que gestionaban el canal. También se quejó de que Estados Unidos “invierte miles de millones de dólares” en el mantenimiento del canal “pero no tiene absolutamente nada que opinar de ‘nada’”.
Aunque no está claro qué provocó la reciente obsesión de Trump con el canal de Panamá, desde hace tiempo algunos republicanos se han opuesto a haberlo entregado al control panameño. Cuando Ronald Reagan se postuló a las elecciones presidenciales, dijo que el pueblo de Estados Unidos era el “legítimo propietario” del canal y fue ovacionado al decir: “Lo compramos; lo pagamos; lo construimos”.
Durante el gobierno del presidente Jimmy Carter, Estados Unidos firmó dos tratados que culminaron con la entrega formal del control del canal a los panameños el 31 de diciembre de 1999.
“Hay cierto sector del Partido Republicano que siempre se ha mostrado escéptico ante la entrega”, dijo Ryan C. Berg, director del programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un laboratorio de ideas en Washington.
“Las quejas tienden a surgir en torno al aniversario, y ahora parece que están llegando a su punto álgido debido a la cuestión de China y al deseo de competir con China en la región”, dijo.
A continuación presentamos tres aspectos importantes que hay que saber sobre el Canal de Panamá, a medida que evoluciona este asunto.
¿A quién le pertenece el canal de Panamá?
El canal de Panamá fue construido por Estados Unidos entre 1904 y 1914, y el gobierno estadounidense lo gestionó durante varias décadas. A lo largo de los años, esa situación generó importantes tensiones con Panamá y en 1964 estallaron disturbios antiestadounidenses en la zona del canal.
Los disturbios ocasionaron que se renegociaran los tratados del canal de Panamá y, en 1977, Carter y el dirigente panameño Omar Efraín Torrijos firmaron los Tratados Torrijos-Carter. Ambos acuerdos garantizaban la neutralidad permanente del canal de Panamá. Tras un periodo de custodia conjunta, el tratado exigía que Estados Unidos cediera el control del canal para el año 2000.
Panamá asumió el control total en 1999, y desde entonces gestiona esa infraestructura a través de la Autoridad del Canal de Panamá.
El domingo, en un comunicado que fue visto como un reproche a Trump, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente ES DE PANAMÁ”.
¿Se está cobrando de más a los barcos estadounidenses?
Mulino dijo que no.
Las tarifas que se cobran a los barcos y buques de guerra, insistió, “no son un capricho”.
Las autoridades panameñas dijeron que todos los países están sujetos a las mismas tarifas, aunque difieren según el tamaño del barco. Se establecen en reuniones públicas por la Autoridad del Canal de Panamá, y tienen en cuenta las condiciones del mercado, la competencia internacional y los costos de funcionamiento y mantenimiento, explicó Mulino.
Sin embargo, las tarifas han subido recientemente. Eso se debe a que, a partir de 2023, Panamá experimentó una grave sequía, provocada por una combinación de El Niño y el cambio climático. Con los niveles de agua del lago Gatún, principal reserva hidrológica del canal, en niveles históricamente bajos, las autoridades redujeron el transporte marítimo a través del canal para poder conservar el agua dulce del lago.
Trump ha calificado el cambio climático de engaño.
¿China controla el canal de Panamá?
Los soldados chinos no están, como ha afirmado Trump, “operando” el Canal de Panamá.
“No hay soldados chinos en el canal, por el amor de Dios”, dijo Mulino en un discurso el jueves. “El mundo es libre de visitar el canal”.
Una empresa con sede en Hong Kong, CK Hutchison Holdings, gestiona dos puertos en las entradas del canal. Y algunos expertos han dicho que eso plantea válidas preocupaciones competitivas y de seguridad para Estados Unidos, porque Hong Kong ahora forma parte de China.
Por ejemplo, señaló Berg, es probable que la empresa disponga de información sobre todos los barcos que atraviesen el canal de Panamá, lo que le daría una ventaja de datos. China también ha estado utilizando sus operaciones navieras y marítimas para recabar información de inteligencia extranjera y realizar actividades de espionaje.
“China ejerce, o podría ejercer, un cierto elemento de control incluso en ausencia de una conflagración militar”, dijo Berg. “Creo que hay motivos para preocuparse”.
Mao Ning, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, dijo el martes que China “respetará como siempre la soberanía de Panamá” sobre el canal de Panamá.
China es el segundo mayor usuario del canal de Panamá después de Estados Unidos. En 2017, Panamá cortó sus lazos diplomáticos con Taiwán y lo reconoció como parte de China, una importante victoria para Pekín.
¿Estados Unidos puede reafirmar su control?
No sería con facilidad.
Mulino ha dejado claro que el canal de Panamá no está en venta. Señaló que los tratados establecen la neutralidad permanente del canal y garantizan “su funcionamiento abierto y seguro para todas las naciones”. Y el Senado de EE. UU. ratificó los tratados del canal de Panamá en 1978.
Mick Mulvaney, exjefe de gabinete de Trump, insinuó que las provocaciones no eran más que una táctica negociadora para bajar las tarifas.
“Sabes, no me imagino a los soldados estadounidenses entrando para retomar el canal, pero tienes que pensar que alguien está por ahí rascándose la cabeza y pensando: ‘¿Donald Trump está tan loco como para hacer algo así?’”, dijo Mulvaney el martes en The Hill, el programa de NewsNation.
Berg dijo que el acuerdo de neutralidad hacía improbable que Panamá pudiera siquiera conceder tarifas especiales a Estados Unidos. Además, señaló, Mulino es “increíblemente proestadounidense” y probablemente esté deseoso de ayudar al gobierno de Trump a abordar problemas como la inmigración ilegal.
“El presidente Mulino va a ser un gran aliado de Estados Unidos”, dijo Berg. “No debemos querer que esto se convierta en una especie de lucha política, porque vamos a necesitar al presidente Mulino en muchos otros asuntos”.