Pese a ganar las elecciones por un amplio margen y afirmar que dará seguimiento a las políticas del actual régimen, la luna de miel de Claudia Sheinbaum en la Presidencia podría durar muy poco, pues desde el inicio del sexenio deberá afrontar varios desafíos.
Quasar Elizundia, analista de mercados para Pepperstone, afirmó que uno de ellos será regresar a México al liderazgo en la lucha por el friendshoring y nearshoring para obtener un mayor beneficio.
“Creo que México estaba posicionándose en una oportunidad de oro en la relocalización de cadenas productivas, la cual desafortunadamente ante la incertidumbre política derivada por las reformas constitucionales se ha estado perdiendo fuerza y algunas inversiones empresariales se han pausado.
“Esa es la consecuencia de buscar este tipo de cambios políticos, los cuales ponen en riesgo la integrabilidad y viabilidad del Gobierno, pero aun así el nearshoring es una gran oportunidad para México, una oportunidad que no surge en todos los años ni en todas las décadas”, indicó Elizundia.
Organismos de la iniciativa privada han señalado que algunos proyectos de inversión contemplados para México se están dirigiendo a otros lugares, como Texas, en Estados Unidos, ante la incertidumbre por la reforma jurídica.
Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones de Franklin Templeton, expuso en entrevista por separado la semana pasada que las implicaciones que se deriven de la difícil situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) es otro reto que enfrentará Sheinbaum.
“Tendrán que vigilar a Pemex en el sentido de que es una empresa que maneja cifras en términos del Presupuesto que pueden contaminar mucho la calidad crediticia de México.
“Entonces, tienen que acotar la contaminación que puedan generar las cifras de Pemex. Será una prioridad para la próxima Administración”, aseguró Gutiérrez.
El analista de Franklin Templeton también destacó el control del déficit fiscal para el siguiente año, ya que en este año se ubicó en 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más elevado desde al menos 1990.
“La Secretaría de Hacienda ha dicho varias veces que sí pueden controlar el Presupuesto para 2025 reduciendo el déficit fiscal, pero eso es en términos puramente técnicos.
“Este reto será mayúsculo, ver exactamente dónde se posicionará el déficit”, indicó.
Por último, destacó que el tema de las reformas constitucionales que Morena busca ratificar también podría derivar en riesgos a la calificación crediticia, sobre todo por el impacto en términos de gobernanza, un rubro en que agencias como Fitch, Moody’s y S&P toman a consideración para medir el riesgo de un país.