El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su decisión de elegir a Lael Brainard, actualmente vicepresidenta de la Reserva Federal, para dirigir el Consejo Económico Nacional y ser así su principal asesora económica en sustitución de Brian Deese, que deja el cargo.
Según informó la Casa Blanca, Biden también ha nominado a Jared Bernstein para dirigir el Consejo de Asesores Económicos (CEA) del Gobierno estadounidense.
Biden definió a Brainard, la segunda mujer en la historia de Estados Unidos que dirigirá el Consejo Económico Nacional, como una de las más importantes economistas del país especializada en Macroeconomía, y señaló que llevará a la Casa Blanca una “extraordinaria y profunda experiencia” en diversos organismos nacionales e internacionales.
El Anuncio termina en 20s
Brainard es actualmente vicepresidenta de la Fed y ha trabajado antes en los dos consejos ya citados, así como en el Departamento del Tesoro y según el presidente es una “veterana de confianza” en este campo y “entiende cómo la economía afecta en el día a día a las personas.
En cuanto a Jared Bernstein, Biden recordó es uno de sus consejeros económicos más cercanos (fue su economista jefe cuando era vicepresidente) y destacó que comparte con él el “corazón” de su visión económica, centrada en los trabajadores.
“Jared estuvo en la trinchera conmigo cuando fui vicepresidente y entiende que tener un empleo es mucho más que una nómina, es la dignidad de poder trabajar”, añadió Biden en el comunicado.
Biden ha nombrado además a otras tres personas para cargos económicos: Bharat Ramamurti y Joelle Gamble como directores adjuntos del Consejo Económico Nacional y Heather Boushey como miembro del Consejo Económico de Asesores y economista jefa del departamento dedicado a la Inversión en Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos anuncia estos cambios en su equipo económico cuando se acaban de cumplir dos años de su mandato, y en un momento marcado por su política proteccionista y de impulso de industrias nacionales como la de la fabricación de chips para depender menos de otros países como China.
Estados Unidos está además en un momento clave de su economía, con la Fed aumentando los tipos de interés para controlar la inflación y sin visos, de momento, de que esta política monetaria restrictiva esté enfriando la economía, a la vista de los buenos datos del empleo.