En toda su trayectoria en la Secretaría de Marina-Armada de México, la perrita Frida logró la localización de 55 personas
NOVIEMBRE 15, 2022
La Secretaría de Marina-Armada de México confirmó este martes la muerte de Frida, la perrita rescatista que apoyó las labores de rescate tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Querida Frida, aunque tu partida nos duele, hoy la Familia Naval promete honrar tu memoria, actuando bajo el legado que nos enseñaste: ‘nobleza, lealtad y amor’”, escribió la Semar en un comunicado.
La canina murió en la Ciudad de México a los 13 años, en las instalaciones del Subgrupo de Control Canino, que fue su hogar durante sus últimos años de vida.
Frida será cremada y sus cenizas serán depositadas en una urna al pie de su escultura en las instalaciones de la Marina.
Frida, una labrador color miel, nació el 12 de abril de 2009 en la Unidad Canina de la Secretaría de Marina, ahora Subgrupo de Control Canino, perteneciente al Estado Mayor General de la Armada de México.
Desde sus primeros días de nacida, la cachorra inició su entrenamiento, en el cual sus entrenadores observaron cualidades ideales para llevar a cabo funciones dentro de las filas de la Armada de México.
La perrita completó el entrenamiento de búsqueda y rescate en un tiempo récord de ocho meses dadas sus aptitudes muy destacadas; normalmente, el programa tiene una duración de 12 meses.
Las habilidades obtenidas durante su entrenamiento se pusieron a prueba por primera vez en el año 2010, con su participación en las brigadas internacionales de apoyo a la población civil en Haití, posterior a un terremoto que dejó grandes daños en esa isla.
Posteriormente, en el año 2013 participó en los grupos de apoyo para la localización de personal civil atrapado bajo escombros y estructuras colapsadas, debido a una explosión ocurrida en la Torre de Pemex.
En 2017, se integró nuevamente a las brigadas internacionales de auxilio y búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo escombros, en el país de Ecuador, en el cual se presentó un deslave, ocasionando que una población quedara sepultada.
Sus últimas participaciones operativas como perro de rescate, fueron en el estado de Oaxaca y otro en la Ciudad de México durante los terremotos del año 2017.