La polémica reforma electoral que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador desató multitudinarias protestas en decenas de ciudades en las que los opositores denuncian que está en riesgo la autonomía del órgano electoral que organiza las elecciones.
Estas son las claves de la reforma que López Obrador presentó en abril pasado para modificar 18 artículos de la Constitución y que ahora discute el Congreso, donde podría darse la transformación más trascendental de las elecciones en México desde la década de 1990.
Sustitución del Instituto Nacional Electoral
La propuesta más controvertida es crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) para sustituir al Instituto Nacional Electoral (INE), un órgano electoral autónomo que surgió en 1990, entonces como Instituto Federal Electoral (IFE), para quitarle al Gobierno el control de las elecciones.
Aunque el INEC será autónomo en el papel, el órgano perderá la atribución de conformar el padrón electoral.
Elecciones centralizadas
Además, la iniciativa eliminaría los organismos públicos locales electorales (OPLE), que de forma autónoma organizan las elecciones locales en cada uno de los 32 estados, lo que implica que el INEC centralizaría todos los comicios y consultas.
Mientras que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) asumiría las funciones que ahora tienen los Tribunal Electorales Estatales (TEE), que también desaparecerían.