Los drones “suicidas” volvieron a aterrorizar Kiev por segunda vez en una semana, mientras las tropas rusas siguen llegando a la vecina Bielorrusia, despliegue que amenaza con crear un segundo frente como ocurriera al comienzo del conflicto en febrero.

“Todas las noches y todas las mañanas el enemigo aterroriza a la población. Los drones suicidas y misiles atacan toda Ucrania. El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no podrá doblegarnos”, afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la red Telegram.

Los ataques enemigos martillearon no solo la capital ucraniana, sino también otras nueve regiones desde el oeste al norte y desde el este al sur y la costa del mar Negro.

El presidente ruso, Vladímir Putin, había negado el pasado viernes la necesidad de nuevos ataques masivos contra el país vecino después de los bombardeos de hace una semana en represalia por la explosión en el puente de Crimea, que dejaron una veintena de civiles muertos.

Kiev, bajo drones

Según las últimas informaciones, al menos cuatro personas, entre ellas una mujer embarazada de seis meses, murieron en los ataques kamikazes contra la capital ucraniana, uno de los cuales impactó en un edificio de apartamentos.

Una veintena de personas han sido rescatadas en el edificio residencial alcanzado en el céntrico barrio de Shevchenkivskyi.

“Bajo los escombros todavía puede haber gente. Hay tres hospitalizados, dos e ellos son operarios del Servicio Estatal de Emergencias”, dijo el alcalde, Vitaliy Klitschkó.

Este aseguró que se escucharon un total de cinco explosiones en la capital, donde “la mayoría de los terroristas voladores fueron derribados” por la defensa antiaérea.

En una fotografía de restos de un dron publicada por Klitschkó se puede leer “Guerán-2”, que es el nombre ruso del aparato no tripulado iraní “Shahed-136”.

Tras este nuevo ataque, las autoridades ucranianas urgieron a los países occidentales a suministrar a Kiev defensa antiaérea “cuanto antes”.