Los proyectos de inversión en infraestructura que realiza el Gobierno federal y que en conjunto suman 30 mil 500 millones de dólares, estarán concluidos el próximo año, aseveró el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O.

Detalló que esta agenda de infraestructura está diseñada para que en 2024, último año de la administración federal, se consoliden los balances financieros y fiscales por estas obras.

Al participar en la quinta reunión de gobernadores del sur-sureste del país con el embajador de Estados Unidos. Ken Salazar, el funcionario federal detalló que se están invirtiendo cuatro mil millones de dólares en proyectos ferroviarios, cuatro mil 400 para aeropuertos; diez mil 200 para carreteras; diez mil 500 para refinerías; mil 100 para puertos marítimos y 300 millones de dólares para la modernización de aduanas y cruces fronterizos.

El titular de Hacienda explicó que el objetivo es terminar las obras “porque no se vale, no es correcto cargar a un Gobierno nuevo proyectos tan grandes que no están concluidos”.

Por ello, continuó Ramírez de la O, el presidente Andrés Manuel López Obrador hace visitas semanales a los proyectos en proceso ya que han pasado décadas de no se hacían esas obras “faltaba mucha disciplina, mucha ingeniería civil, mucha capacidad de desarrollar y ejecutar proyectos, faltaba todo eso y estamos haciendo el esfuerzo y tener liberadas esas obras a finales de 2023”.

Destacó que el Ejecutivo federal diseñó una gran agenda de infraestructura para el sur del país pero eso no significó la exclusión de otras áreas.

El secretario de Hacienda enumeró también las inversiones que está haciendo la federación en ciudades como Tijuana con las aduanas, los desarrollos en la costa de Nayarit, así como los apoyos, también en infraestructura para los estados de Jalisco y Nuevo León.

“Pero la agenda del sureste sí tiene que venir con más punch porque es una zona que está desconectada físicamente”, y destacó las cuatro nuevas líneas de tren en el sureste que suman dos mil kilómetros; cuatro nuevos aeropuertos y 20 proyectos más de modernización de otras terminales aéreas, aunque aclaró que no todos ellos se ubican en la región sur del país.

El funcionario explicó que el rezago de la región sur-sureste del país se agudizó al acelerarse la integración a la cadena productiva de Estados Unidos entre 1995 y el 2000, lo que llevó al país a tasas de crecimiento del 5.3% anual tras la crisis económica de 1994.

Sin embargo, continuó, el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio en el 2000 provocó que México comenzara a perder inversiones prácticamente en todos los sectores.