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Las autoridades paquistaníes elevaron a 56 el número de muertos en un atentado contra una mezquita de la minoría chií ocurrido durante las oraciones con motivo del día sagrado del islam en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, que también dejó casi 200 heridos.

“Hasta ahora 56 personas han muerto y 194 han resultado heridas. El ataque tuvo lugar a las 13:07 hora local (08:07 GMT) durante los rezos del viernes”, dijo a Efe el agente Ahsen Khan, del cuartel general de la Policía en Peshawar.

La fuente indicó que se trató de un ataque suicida, ya que uno de los asaltantes detonó dentro de la mezquita los explosivos que portaba.

“Dos terroristas abrieron fuego contra los policías desplegados fuera de la mezquita. Un atacante y un policía murieron en el intercambio de disparos, mientras que el segundo terrorista consiguió entrar a la mezquita”, dijo Khan.

El asaltante “disparó primero contra algunas personas y después detonó su carga”, zanjó.

El atentado produjo daños en el interior de la mezquita, donde quedaron esparcidos por el suelo alfombrado restos de las ventanas, que quedaron destrozadas. También había escombros en el exterior, un barrio con viviendas de estrechas calles.

Mientras, en el hospital al que trasladaron a las víctimas, decenas de personas protestaron por el ataque, según pudo constatar Efe.

La comunidad chií de Pakistán fue ya en el pasado blanco de ataques violentos y atentados terroristas, con más de 2,500 muertos desde 2001, según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, si bien estos crímenes se han hecho esporádicos en los últimos años.

Uno de los peores se produjo en 2019, cuando al menos 20 personas murieron, casi la mitad de ellas pertenecientes a la minoría chií hazara, y 40 resultaron heridas por la explosión de una bomba oculta en un saco de patatas en un mercado en el suroeste del país.

Este ataque fue reivindicado entonces por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que considera a los chiíes apóstatas.

El pasado agosto al menos tres personas murieron y otras 50 resultaron heridas en un atentado contra una procesión chií, con motivo del mes islámico de Muharram, en el este de Pakistán.

La violencia terrorista ha disminuido notablemente en Pakistán desde que el Ejército lanzó una operación en las zonas tribales del noroeste en junio de 2014, que más tarde amplió al resto del país.