La Cámara Baja del estado de Texas (EE. UU.) aprobó el jueves un proyecto de ley que contempla restricciones al derecho al voto, después de superar las protestas que durante semanas mantuvieron legisladores demócratas para impedir el avance de esta iniciativa.
El proyecto, denominado SB1, logró 79 votos a favor y 37 en contra después de un debate que se extendió durante más de 12 horas, recogieron medios locales.
La iniciativa, que deberá ser considerada ahora por el Senado estatal, contempla nuevos requisitos de identificación para quienes deseen votar por correo, incluye más sanciones penales al proceso y prohíbe el voto desde el automóvil o los centros de votación abiertos las 24 horas.
Los demócratas en la Cámara Baja estatal habían evitado acudir a las últimas sesiones para que no hubiera el quórum necesario para tramitar ese proyecto de ley, que requiere que al menos 100 legisladores estén presentes.
Medio centenar de demócratas se fugó a Washington en julio para entorpecer la aprobación del proyecto de ley, y fueron amenazados con cárcel para presionarlos a retornar al Legislativo.
El pasado 12 de agosto, el Senado de Texas validó un proyecto de ley similar con nuevas trabas al derecho al voto, pese a la resistencia de una senadora latina que habló durante 15 horas en el pleno de la cámara para intentar impedir su aprobación.
La senadora demócrata Carol Alvarado recurrió a una maniobra conocida como “filibusterismo”, que consiste en hablar durante horas en el pleno de una cámara para impedir que el asunto sobre el que se debate pase a votación.
La mayoría republicana en el Senado impulsó, sin embargo, la votación sobre el proyecto de ley, que salió adelante por 18 votos contra 11.
Durante la pandemia, muchos estados de EE. UU. flexibilizaron los requisitos para votar por correo o por adelantado, lo que provocó un récord de participación y alimentó teorías de conspiración del expresidente Donald Trump, sin pruebas, sobre un supuesto fraude masivo en las urnas en noviembre pasado.
Desde entonces, los republicanos han presentado más de 200 proyectos de ley en unos 40 estados para restringir el acceso al voto.