El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aterrizó en Ginebra para su primera cumbre con el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, la cual se llevará a cabo mañana. Esta reunión se da el contexto de una de las mayores crisis entre ambas naciones en su historia reciente. Desde el inicio de la administración de Biden, ambos mandatarios se han visto envueltos en tensiones por puntos clave, que serán discutidos en la reunión.

Ucrania, Bielorrusia, el destino del opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni, los ciberataques: los debates con el líder ruso se prevén duros y difíciles. La Casa Blanca, que alterna mensajes conciliadores y advertencias, insiste en que sus expectativas son modestas.

El único objetivo planteado es hacer que las relaciones entre ambos países sean más “estables y predecibles”. Biden desembarcó en Suiza luego de haber mantenido reuniones con sus más cercanos aliados del G7 y la OTAN, a los que tranquilizó tras los agitados años de su predecesor, Donald Trump.