A casi 30 horas de la aplicación del alto al fuego mutuo e incondicional en Medio Oriente, en Jerusalén hubo algunos enfrentamientos entre la policía y manifestantes árabes en la zona de mezquitas, pero también hubo movilizaciones conjuntas por la paz se han realizado todos estos días. Ciudadanos judíos y árabes han salido las calles para rechazan la guerra aseguran, con su propio ejemplo, que se puede vivir y coexistir en paz.
“Estamos en un combate permanente dentro de la sociedad israelí, es decir, por aquéllos que dicen “yo acepto a los árabes pero es nuestro Estado”, y aquellos que dicen “yo los acepto y es el Estado de los dos”, destacó Leonardo Cohen Shabot, profesor de la universidad de Beersheva.
Durante los pasados once días, manifestantes árabes y judíos salieron juntos a protestar, con la clara negativa a que la guerra los representa.
“Hemos organizado desde Beersheva en el sur, hasta Nazareth en el norte, manifestaciones exigir el cese del fuego también diciendo que árabes y judíos nos negamos a ser enemigos”, señaló Dani Filc, integrante Standing Together.
Buscan que sea reconocida la convivencia pacífica entre judíos y árabes en Israel, donde 1.9 de los nueve millones de habitantes, son árabes.
“Han penetrado a todas las escalas de la sociedad, ni hablar de la academia, a raíz de eso, un gobierno como el de Netanyahu que tiene más tendencias nacionalistas, ha intentado recordar que somos iguales pero no tan iguales”, refirió Leonardo Cohen Shabot, profesor de la universidad de Beersheva.
Sus manifestaciones han sido invisibilizadas en los medios debido a los crudos enfrentamientos raciales y religiosos, incluso algunas de sus manifestaciones pacifistas han sido reprimidas violentamente por la policía, como en la universidad de Ben Gurión, en Beersheva.
Son decenas de organizaciones las que trabajan por una paz real, como “ventanas y canales para comunicarnos”, “rabinos por los derechos humanos”, “mujeres por la paz”, “más día”, “combatientes por la paz” y “estando juntos”, una de las más destacada
“Hacen falta políticas que lleven al final de la discriminación, la eliminación de leyes discriminatorias y una igualdad tanto a nivel individual como colectivo”, dijo Dani Filc, integrante Standing Together
Parte la sociedad israelí, cada vez más afectada por el largo conflicto político militar de Hamas y grupos radicales de Israel, se acercan a estas organizaciones en busca de un futuro de convivencia pacífica de largo alcance.
“La solución para poder normalizar de manera definitiva no solo la relación entre judíos y palestinos dentro de Israel sino también con respecto a los territorios ocupados, es la solución de los dos Estados, para dos pueblos”, concluyó Leonardo Cohen Shabot, profesor de la universidad de Beersheva.
“Estamos convencidos de que las tres cosas que decimos representan los intereses de la gran mayoría del país”, dijo Dani Filc, integrante Standing Together.